Hay un notorio acuerpamiento de algunos personajes de derecha en el mundo, una idea de confederarse a nivel internacional, abiertamente resurgen en una confrontación agresiva como si fuese una campaña coordinada en una narrativa burda de descalificativos contra el socialismo, comunismo, izquierda, populismo, denostando e insultando todo lo que se relacione o acerque a esos conceptos.
En la pasada elección presidencial en México hubo un intenso activismo de personajes políticos de derecha de España apoyando a la candidata del PRIAN, denostando abiertamente al entonces presidente y su gobierno Andrés Manuel López Obrador, hay una andanada coordinada entre varios políticos de diferentes países porque asumen está la confrontación política entre la izquierda y la derecha en un momento álgido, cuando realmente quienes tienen la iniciativa de estar beligerantes son precisamente quienes están perdiendo terreno que se sentían inamovibles y que democráticamente se han ido cayendo.
Analizando sus discursos y argumentos, no hay realmente planteamientos ideológicos, es simplemente un catálogo de insultos lanzando todo tipo de adjetivos descalificativos sin contenido de debate serio, son provocaciones a una discusión de arrabal, sin sentido, sin propuestas ni argumentos sustentados en conocimientos e ideas, se limitan a la denostación y al insulto.
Si hay una defensa abierta del neoliberalismo del presidente de Argentina y algunos empresarios mexicanos que quieren jugar a la política en México, pero esa defensa en abstracto refiriendo solo a que el mercado es el que debe imperar en la regulación de las economías y el Estado debe disminuir sus intervenciones, que los derechos sociales deben ser mercancías y el individuo debe de comprar con dinero ganado a su suerte, en una competencia social sin importar las desigualdades.
Siguen con su pensamiento rudimentario y ortodoxo en temas religiosos, su narrativa es totalmente contraria al avance que se ha tenido en materia de derechos humanos, sus conceptos medievales con carga religiosa totalmente poseídos por la irracionalidad, el claro ejemplo de Argentina que revierte las reformas que despenalizan el aborto regresándolo a ser punible, prohibiendo el leguaje inclusivo y suprimiendo la política social.
El caso de México la representación de la derecha se opone abiertamente a los programas sociales que impliquen apoyo económico descalificándolos con adjetivos de paternalismos y populistas, con sus ideas de que la competencia en el desarrollo humano es responsabilidad exclusiva del individuo y la familia como si no hubiera la desigualdad social que provoca el desequilibrio en esa competencia.
Si hay dos visiones de mundo y de país totalmente opuestos, esa ideología de derecha asume que gobernar un país es como un modelo de conducción gerencial, como si fuera una empresa en donde solo importan las ganancias sin importar la suerte de la clase trabajadora y menos el amplio sector social, como en Estados Unidos que es el epicentro del pensamiento neoliberal y el capitalismo, sus gobernante empresarios solo avocados al comercio y ganancias económicas a costa de lo que sea, de provocar guerras y muerte y destrucción, a costa de la devastación del medio ambiente, es el pensamiento voraz de hacer negocio desde el gobierno y obtener ganancias despojado de cualquier escrúpulo, sin importar el costo social, sin importar que se genere más pobreza y desigualdad y derivado de ello crisis de inseguridad.
Aunado a todo esto que representa el modio neoliberal y de derecha que de por sí su implementación en diferentes países tuvo un costo desgarrador, en México a tres décadas de ese modelo impuesto por los gobiernos del PRIAN, se agudizaron sus efectos que de manera natural e implícita conllevaba, con el elemento adicional de la corrupción que fue durante décadas un saqueo descomunal a la nación, despojando al Estado de sus bienes para repartirlos a particulares que los volvió millonarios a costa del arrebato a la nación.
Sobran insultos y faltan debates serios, tiene que haber un contraste de lo que representan las ideologías políticas y económicas para que la gente pueda distinguir, en esa parte México como país es ejemplo internacional de cómo un pueblo ha generado conciencia social y ha decidido inclinarse al modelo social y humanista que representa el movimiento en el poder, será difícil y les costará décadas para que surja una oposición competitiva que le dispute el poder a la izquierda, para entonces el modelo progresista estará muy consolidado y la sociedad cada vez más avanzada y politizada.
