IMG-20240512-WA0013

La disputa por la capital

Estamos a pocos días de que se lleven a cabo las elecciones federales para elegir a la próxima Presidenta de México y, en lo local, a la próxima o el próximo Jefa(e) de Gobierno de la Ciudad de México.

Nuestra mirada, a mi consideración, se ha concentrado en la Ciudad de México debido a que la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, no ha podido alcanzar a Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, como lo muestran las encuestas. Por tanto, el PRI, PAN y PRD, junto con empresarios de la oligarquía, están apostando su capital político y económico en Santiago Taboada.

Asimismo, el Partido Acción Nacional busca arrebatarle la capital a la izquierda, ya que la Ciudad de México es el centro cultural, político, industrial, financiero y comercial de nuestro país.

La CDMX es clave para resolver la crisis de agua, ya que, si se encabeza la capital, el Estado de México, Hidalgo y el Ejecutivo federal se puede coordinar más eficazmente un plan integral que contemple la mejor distribución de agua, así como la creación de un sistema de almacenamiento y captación —no olvidemos que el PAN la ha querido privatizar—.

Estas “esperanzas” de gobernar la capital, por parte de la oposición, crecieron cuando se dividió la ciudad entre el PAN y Morena después de las elecciones intermedias de 2021. Sabemos que se debió a la pandemia y también a otros factores relacionados con disputas internas dentro de la izquierda.

Vale la pena mencionar que la Ciudad de México ha sido el bastión de la izquierda durante más de 27 años, iniciando con Cuauhtémoc Cárdenas (1997-1999), Rosario Robles (1999-2000), Andrés Manuel López Obrador (2000-2005), Alejandro Encinas (2005-2006), Marcelo Ebrard (2006-2012) y Claudia Sheinbaum (2018-2023) —ahora Martí Batres la suple en el cargo—.

La izquierda enfrentó diferentes crisis políticas e incluso traiciones como lo fue el caso de Miguel Ángel Mancera (2012-2018), cuyo gobierno fue acusado de pactar con Peña Nieto y de perseguir a su antecesor Marcelo Ebrard y, al mismo tiempo, fue cobijando al muy conocido Cártel Inmobiliario. Por eso, el mandato de Mancera queda descartado como un gobierno de izquierda.

Morena —junto a su candidata Claudia Sheinbaum— ganó por primera vez la capital en 2018, es decir, este partido no ha gobernado por 27 años, como aseguró Santiago Taboada.

La doctora Claudia Sheinbaum tuvo incluso que enfrentar toda la corrupción e inseguridad que dejó Mancera, así como el fortalecimiento del Cártel Inmobiliario, el cual es un conjunto de casos de corrupción en el sector inmobiliario que involucran a varios políticos del Partido Acción Nacional y empresas constructoras.

A estas empresas se les otorgaron permisos con facilidad para la construcción de viviendas y oficinas, sobre todo en la alcaldía Benito Juárez. Uno de los principales protagonistas es Christian von Roehrich, exjefe delegacional de Benito Juárez e involucra asimismo al actual diputado federal panista Jorge Romero Herrera.

Por cierto, no podemos olvidar que Margarita Zavala y Felipe Calderón acusaban a Jorge Romero de ser integrante del Cártel Inmobiliario. Paralelamente, la actual candidata Xóchitl Gálvez escribió en mayo de 2018 que: “es necesario que vayan a la cárcel los funcionarios y políticos corruptos para combatir la corrupción inmobiliaria”.

Ahora ya vemos a Xóchitl bien abrazada con Taboada rumbo a las elecciones de este 2024.

Por otro lado, el Presidente de México ya ha alertado que la CDMX está en peligro de caer en la manos de la derecha, dado que la guerra mediática se concentra en las estaciones de radio y de televisión ubicadas en la capital:

“Los más sometidos al bombardeo de mentiras son los de la radio, porque en la ciudad se utiliza mucho el automóvil, entonces hay que traer el radio prendido y aunque le cambies de estación es lo mismo, una guerra de mentiras, de infamias”.

Por ejemplo, los medios de comunicación difundieron (en aproximadamente 807 notas), sin pruebas, que existía un “crematorio clandestino” con restos humanos en los límites de Iztapalapa y de Tláhuac, lo cual resultó falso.

A mi consideración, la izquierda en la capital debe seguir construyendo una estrategia de comunicación —como la está haciendo el actual jefe de gobierno Martí Batres de informar todos los días— para amortiguar esa guerra mediática que ha costado que la popularidad del Presidente sea del 63% en la Ciudad de México, la cual está por debajo de otros estados que no viven con esa intensidad de desinformación.

Finalmente, quiero enfatizar que se tienen, realmente, dos propuestas para la capital: la izquierda representada por una mujer que viene de la lucha social, Clara Brugada, o la derecha rencarnada por un personaje que viene del privilegio y de la lógica neoliberal, Santiago Taboada.

Quien gane la elección se comenzará a definir como uno los presidenciales para 2030, donde se jugará la continuidad del Obradorismo o el regreso del neoliberalismo.

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios