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La esclavitud moderna

Hace 211 años, un 6 de diciembre, el Jefe Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla declaró la abolición de la esclavitud en Guadalajara, en el marco de la Guerra de Independencia de México. Esta se considera la primera declaración antiesclavista de todo el continente.

En su parte normativa, comprende cuatro artículos que son:

  1. El primero abolía la esclavitud otorgando a los «dueños de esclavos» un término de diez días para liberar a sus esclavos, so pena de muerte a quien transgrediera dicho artículo.
  2. El segundo abolía los tributos y exacciones que pesaban sobre los indígenas y castas, se refiere a los impuestos.
  3. El tercero abolía el uso de «papel sellado» en negocios
  4. El cuarto y último establecía la libertad en el trabajo de la pólvora para todas las personas.

Esta acción, que hoy nos parece intrascendente, puso fin como servicio a la esclavitud por considerarla una acción vergonzante y humillante para los seres humanos y, sobre todo, la independencia se considera con énfasis social, de emancipación política y de soberanía al legislar en nombre del Pueblo.

La abolición de los impuestos en materia de pólvora y papel sellado pretendía evitar monopolios y otorgar igualdad económica. Sobre la abolición de la esclavitud y de las castas, la proscripción de la desigualdad y sello de inferioridad se otorgó igualdad jurídica y política a todos los mexicanos.

También, pocas personas sabemos que Miguel Hidalgo fue tomado prisionero el 21 de marzo de 1811, fue juzgado y fusilado el 30 de julio en Chihuahua. Confesó haber aprehendido europeos a las cinco de la mañana del 16 de septiembre de 1810, y darles de cintarazos como a don José Antonio Larrincia (Larrinúa); haber levantado al ejército; haber fabricado moneda en Zacatecas; haber construido cañones y armas, fabricado municiones, y depuesto autoridades, europeas o criollas, que no seguían sus ideales.       Persiguió a muchos de éstos y solo había muerto un intendente.

Sin embargo, los realistas le imputaron delitos de alta traición, crímenes y asesinatos, sedición, conspiración, y le obligaron a firmar una retractación por «sus errores cometidos contra la persona del Rey y contra Dios«.

Se le colocó entre los amantes de las ideas de la ilustración y se le condenó a la degradación.

El día 27 de julio tuvo lugar la condena eclesiástica: Hidalgo sería degradado y expulsado del estado clerical, por lo que las autoridades civiles podrían tratarlo según las leyes vigentes para los no clérigos. Esto tampoco sucede hoy, ya que a los curas pederastas no se les juzga por las leyes comunes como a cualquier persona.

Un día antes de ser fusilado, se procedió a la degradación eclesiástica.

Cuando llegó la hora del fusilamiento, pidió que no le vendaran los ojos ni le dispararan por la espalda (como era la usanza al fusilar a los traidores). Pidió que le dispararan a su mano derecha, que puso sobre el corazón. Contrario a su petición fue vendado de los ojos. Los hechos históricos dicen que se necesitaron dos descargas de fusilería y el tiro de gracia para acabar con su vida, posterior a ello, un comandante tarahumara, de apellido Salcedo, le cortó la cabeza de un solo tajo con un machete, para recibir una bonificación de veinte pesos.

Miguel Hidalgo murió el 30 de julio de 1811 fusilado por las fuerzas realistas. Su cabeza fue enviada a Guanajuato y colocada en la Alhóndiga de Granaditas, junto a las de Allende, Aldama y Jiménez.

211 años después, hay que traer a la actualidad los temas que siguen presentes: la sanción a los monopolios; la deuda histórica con los pueblos y comunidades indígenas; la pobreza y la desigualdad; la justicia social; la igualdad entre mujeres y hombres y la erradicación de la violencia contra las mujeres y de género. Todos esto lastres, siguen siendo formas de esclavitud para grandes sectores de la población mexicana.

Hoy los programas sociales del Presidente y de la 4T son un aliciente para aminorar las terribles desigualdades que siguen presentes en una sociedad moderna.

 

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