WhatsApp Image 2024-09-24 at 15.06.53 (2)

La oportunidad del segundo piso de la Transformación

La reforma al Poder Judicial rápidamente se convirtió en el ariete que terminaría por abrir la puerta a una serie de posibilidades de discusión sobre el curso de la transformación que está aconteciendo en el país. Con la aprobación de dicha reforma se deja ver el alcance de la capacidad “reformista”, del partido en el gobierno; además del techo que tiene la oposición para hacer valer su capacidad de “oponerse”.

Esta nueva configuración política o amplia mayoría otorgada al partido en el gobierno no es más que el reflejo de la correlación de fuerzas sociales expresada en las urnas; es decir, es el mandato popular y/o la confianza depositada en morena y aliados por parte de la ciudadanía para realizar los cambios que se crean necesarios en el país.

Prácticamente la existencia de la oposición está reducida a la representación proporcional, pues; por ejemplo, en los 300 distritos uninominales que conforman la representación de mayoría relativa en la Cámara de Diputados, 256 fueron ganados por la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, lo cual ya representa poco más de la mitad de los 500 diputados integrantes en la Cámara.

De igual forma, el Senado de la República es integrado por 128 senadores, 64 son electos por el principio de mayoría relativa y 32 otorgados a la primera minoría por entidad federativa; el resto —32— se otorgan por el principio de representación proporcional. Morena y aliados ganaron en 30 entidades de 32. La oposición solo obtuvo la victoria en Aguascalientes y Querétaro.

Por tanto, hoy, en México —siglo XXI, 2024— la mayoría que se otorgó al proyecto de Transformación es producto de la voluntad expresada en las urnas, no de un galimatías jurídico, al que alude la oposición.

Hay una diferencia con la era del partido hegemónico, es decir, el PRI. En aquel entonces, la democracia era simulada, pues no fue sino hasta 1977 con las primeras reformas político-electorales, las que le dieron a oposición de izquierdas una representación en las cámaras. Con sus pro y contras se fue avanzando, se fue muriendo el régimen hegemónico por circunstancia no por voluntad.

El PAN es un partido de tradición conservadora, que tiene sus orígenes en la reacción a la política social del Cardenismo, por allá de la década los 30’s del siglo pasado, su presencia en la política institucional se remonta a esa época y su participación en la era de la hegemonía priista era, pues, testimonial, sin capacidad de “inmovilizar” al régimen, además de nunca haberlo planteado.

El tránsito a la democracia surge de la ruptura del partido hegemónico. Se partió el régimen y eso permitió el avance en la democratización de la vida pública; ósea la pluralización del sistema de partidos. Esto ocurre por allá de 1988, con la candidatura presidencial del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas.

Ahora, este periodo —de 1988 a 2018— lo podemos denominar la era de la transición a la democracia, dónde el país sufre una serie de reformas y cambios de gobierno pacíficos. La Presidencia la pierde el PRI, por primera vez desde su fundación, en el año 2000, frente al PAN, continúa en 2006 (elecciones con fuertes cuestionamientos de fraude), y alterna hasta 2018 con una opción política de izquierdas o progresista.

Sin embargo, en este 2024, Morena como opción progresista es refrendada con una mayoría absoluta en el Poder Legislativo, cosa que no sucedía desde 1997, cuando la pluralidad ya era una regla en el sistema de partidos mexicano. Lo “atípico” para unos, es oportunidad para otros.

Morena tiene las condiciones necesarias para consolidar el denominado Proyecto de la Transformación, y construirle el «segundo piso» y no será si no se realizan los arreglos suficientes y necesarios en los marcos normativos. No obstante, es oportuno cuestionarnos ¿qué más reformas necesitamos?

Los problemas nacionales están allí, y las soluciones pueden ser multifactoriales, pero es buena oportunidad para reflexionar continua y contingentemente, incluso necesariamente: ¿qué país es el que verdaderamente queremos los mexicanos y hacia dónde se debe andar en esta senda de transformaciones?

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios