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La Presidenta en Acapulco

Ha pasado casi un año del fatídico huracán Otis, que asoló y destruyó el puerto de Acapulco, y del cual todavía no se ha recuperado en su totalidad la inercia de la ciudad, sobre todo en cuanto a su vocación turística respecta, ya que falta reconstruir muchos hoteles e innumerables condominios en la zonas tradicional y Diamante.

De manera sorpresiva, en los últimos días de septiembre, torrenciales lluvias (provocadas por los brazos de agua y remantes del huracán John) inundaron Acapulco. Fue impactante, puesto que colonias enteras quedaron bajo el agua, que alcanzó más de 2 metros de altura.

Después de Otis, el Presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la batuta como jamás se había visto frente a un desastre natural de esas características. Estuvo en Acapulco desde el día uno y entregó apoyos económicos a más de 250,000 familias; dio millones de despensas durante meses, entregó de enseres domésticos, ayudó a los campesinos, pescadores y empresarios, exentó el pago de la luz y de las casetas de cobro de la autopista México-Acapulco durante meses, entre otros apoyos. Esta reacción no tiene precedentes por parte del gobierno ante un Pueblo en desgracia.

La famosa frase de AMLO, «Amor con amor se paga», tomó mucha relevancia. En las pasadas elecciones, la actual Presidenta obtuvo el 79 por ciento de los votos en Acapulco por la gran satisfacción del Pueblo acapulqueño con la respuesta del Gobierno Federal ante la catástrofe y la empatía de la hoy Presidenta de México.

La primera gira de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México fue en Acapulco, justo al otro día de su toma de protesta. Sin titubeos, se trasladó por tierra para conocer las condiciones de la carretera y de la ciudad misma, evaluando los daños en los estados de Guerrero y Michoacán.

Las prioridades de la Presidenta serán el abastecimiento de agua potable y el restablecimiento de los caminos en las zonas rurales, además de que tendrá otra reunión para evaluar las afectaciones a todos los municipios de Guerrero y crear el plan de apoyos.

Acapulco y Guerrero han demostrado su resiliencia una y otra vez. No se había terminado de levantar el puerto, cuando llega este nuevo embate que dejó a más de 15 mil familias en desgracia, ya habían perdido todo y de nueva cuenta se quedaron sin nada. Muchos solo se quedaron con la ropa mojada con la que salieron cuando sus casas se inundaron, y fueron rescatados por la Marina y otros voluntarios. La esperanza de los acapulqueños están puestas en la primer mujer mandataria de nuestro país.

P.D. Hasta siempre,  Presidente, gracias desde Acapulco, Guerrero.

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