En el próximo periodo de sesiones del Congreso de la Unión se incorpora la prohibición expresa del nepotismo como una reforma más en la constitución. Legalmente, hay restricciones en algunas leyes que incluso así han sido transgredidas en todo momento, pues en todos los ámbitos de gobierno se han generado estas acciones indebidas que son el reflejo de la tergiversación del poder. Se trata de una modalidad más de corrupción y una señal clara de ambiciones desmedidas por quienes incurren en esta práctica.
Se podría considerar excesivo plantearlo en el texto constitucional, pero se ha llegado a esa necesidad dada la forma burda, carente de principios y valores morales como la clase política ha actuado. Ningún partido político se escapa, incluyendo Morena, que se supone es el movimiento que reivindica formas y prácticas de hacer política y gobernanza acorde a la honestidad y decencia en el ejercicio del poder.
La Transformación en México está siendo ejemplo a nivel mundial, hay una fijación de muchas naciones del fenómeno mexicano por ver cómo una revolución pacífica y por la vía de un proceso democrático logró derrocar a un régimen muy arraigado a partir de un fenómeno social y político. Una de sus banderas fue acabar con la corrupción de ese viejo régimen, impulsada una ciudadanía ávida de cambios frente a los escándalos permanentes de corrupción y saqueos que se daban burdamente con toda impunidad.
En esa inercia de cambios profundos al régimen, se incorpora esta modalidad de prohibición constitucional para que los servidores públicos no pueden hacer asignaciones en espacios de poder a personas con quienes tengan un parentesco, fenómeno del que se ha abusado, no por que haya una desregulación al respecto, simplemente era un tema que solo se denunciaba mediáticamente y se diluía al paso del tiempo sin que trascendiera con un efecto jurídico.
Evidentemente puede haber familias con integrantes donde cada uno por su lado tengan talentos y habilidades en el liderazgo social y político, donde cada uno por sí solo tenga méritos propios para desempeñarse en responsabilidades, pero incluso en esa circunstancia debe prevalecer la prohibición de designar familiares en el ejercicio del cargo o incluso en delegar el cargo como herencia o legado familiar —como ha sucedido en estados y municipios—.
En esencia, se pretende que la forma de hacer política y ejercer el gobierno sean bajo principios de honestidad. Se busca irrumpir el paradigma impuesto por el viejo régimen de que el poder es un privilegio personal del gobernante, de la familia del gobernante y de su grupo político; pues esa es la vieja concepción del poder que se arraigó durante décadas y que incluso varios personajes incorporados a Morena —provenientes del régimen priista— mantienen como un pensamiento y conducta dentro de la normalidad de hacer política y gobierno. Eso es precisamente lo que hay que cambiar o evidenciar.
Finalmente, es justificable que en la parte dogmática de la constitución se establezca no solo la estructura institucional del Estado mexicano, sino los principios de la buena gobernanza que, aunque pueda ir implícito que deben ser servidores públicos revestidos de probidad, la prohibición expresa de lo indebido pone en la máxima categoría jurídica y en consecuencia debe de tener una inmediata atención y determinación legal n cualquier eventualidad que materialice la violación a la constitución.
El texto jurídico constitucional es el que refleja la sociedad y su momento, esa figura políticamente nociva implica que hay una Transformación y un incentivo para incoar una nueva cultura de forma de hacer política y de hacer gobierno y que ello se refleje en elevar la convivencia del colectivo social para que haya armonía, paz y bienestar en todos los ámbitos de la vida pública y con ello avanzar como sociedad a una categoría de humanidad.