Ciudad de México a 13 mayo, 2025, 6: 52 hora del centro.
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La Transformación para las trabajadoras del hogar

Las condiciones de trabajo que viven todos los días las personas trabajadoras del hogar (en su gran mayoría son mujeres) han mejorado en los últimos años, pero aún alta camino, para que estén al nivel de cualquier otro ejercicio laboral. De acuerdo al INEGI, en México, al cuarto trimestre del 2022, las personas de 15 años y más ocupadas en el trabajo doméstico remunerado ascendían a 2.5 millones (2 452 264), cifra equivalente a 4.2 % del total de la población ocupada, de estos 2.5 millones de personas, 52% está en situación de pobreza y 7% en pobreza extrema, además trabajan más de las horas acordadas, sin contrato y en ocasiones violentadas, sin embargo, podemos decir que con el apoyo de la Cuarta Transformación se concretaron años de lucha de las mujeres trabajadoras del hogar organizadas. A partir de mayo del 2023, se hizo obligatorio que las trabajadoras del hogar remuneradas estén inscritas en el IMSS para recibir prestaciones sociales como servicios de salud.

Hay resistencias, por supuesto, hasta enero del 2023 sólo el 2.8% de las trabajadoras habían sido aseguradas, se espera que aumente drásticamente en los próximos 5 años, sobre todo con una campaña efectiva que recuerde que no es voluntario es obligatorio el derecho a la seguridad social.

En la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) planteo que es indispensable comprender la naturaleza del trabajo del hogar, digamos que su complejidad, ya que tiene 5 características específicas, de acuerdo con el CISS;

  • Es una relación laboral sostenida, fundamentalmente, por acuerdos de palabra y con pagos en efectivo y/o en especie
  • Es una labor históricamente designada a las mujeres, que está vinculada a la desigualdad estructural.
  • Tiene un componente particular de intimidad que complica la relación laboral.
  • En él se tiende a normalizar la desigualdad y la dominación, asociando la garantía de derechos a actos de buena voluntad.
  • Las personas que se dedican a esta actividad se desempeñan en contextos de vulnerabilidad, condicionadas por su posición social y de género.

El próximo 30 de marzo recordemos lo que se ha logrado para las trabajadoras del hogar, pero también pongamos atención en lo que aún falta, para que las mujeres que trabajan en el cuidado de otras personas, incluyendo infancias, adultos mayores o personas enfermas, y realizan tareas que contribuyen al mantenimiento de los hogares, como la limpieza o la preparación de alimentos, actividades fundamentales para que el engranaje social siga caminando.

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