Hace un año eran pocos los que anticiparon que la pandemia duraría más de un año; en México, hubo incluso quien desestimó las graves consecuencias y el número de víctimas que se proyectaban. Ahora, absolutamente todos conocemos a alguien que haya tenido o tuvo covid-19, algunos de los cuales ya no están. Nadie lo pudo haber deseado y considerado hace un año.
Aunque recientemente la tasa de crecimiento de los contagios disminuyó, los actuales 45,682 casos activos y los 500 fallecimientos de las últimas 24 horas deben seguir importándonos y ocupándonos a todos. Estas cifras no se pueden tomar a la ligera.
Estamos muy cerca de la víspera de semana santa. Esas fechas representan un alto riesgo para que los contagios vuelvan a aumentar, sobre todo ahora que el semáforo epidemiológico permite mayor afluencia de personas en zonas públicas, por lo que solo con el esfuerzo de todos podremos evitar una ola más de contagios.
En cuanto a la arena política, cada vez sienten más cerca las elecciones del 2021 y la vacunación es un evento que no puede pasar desapercibido en este contexto. Desde las fotos a los adultos mayores hasta la propaganda atribuyéndose la vacunación han sido muestras de oportunismo por diversos actores políticos. También están aquellos que utilizaron la vacunación como estandarte para criticar al gobierno y acusarlo de negligencia, una elección de todos los colores.
Adelantando que pronto más y más gente recibirá la vacuna, los efectos secundarios que se pueden presentar son los siguientes: dolor muscular intenso en el sitio de la aplicación, malestar generalizado, fiebre, vómitos y diarreas son los más frecuentes.
Presentar cualquiera de estos síntomas no es necesariamente un peligro, sino que significa que la vacuna ya puso a trabajar a nuestro sistema inmune, que las reacciones contra el agente infeccioso están sucediendo, pero con la ventaja de que este agente infeccioso inyectado no representa la misma amenaza que el SARS-CoV-2 para el cuerpo humano.
Incluso así, se debe tomar en cuenta que la respuesta inmune no sea exagerada y que los síntomas no provoquen consecuencias negativas, como deshidratación o fiebre sin control.En caso de que los síntomas se intensifiquen hay que acudir a los profesionales de la salud inmediatamente.
Esperemos que la vacunación universal se cumpla pronto y termine esta pesadilla que nos tiene frenados desde hace un año.