Con las recientes amenazas del presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump respecto a imponer aranceles a las importaciones de México y deportaciones masivas de migrantes trabajadores se derivaron reacciones de todo tipo, al interior de aquel país fue el enojo colectivo de la comunidad latina que es la que hace realmente funcionar la economía estadounidense, fue la nota mediática que causó opiniones y algunos de los analistas políticos y económicos acusaron una fanfarronería de Trump como muchas reacciones y expresiones que hace a la ligera sin medir las consecuencias.
En México se prendieron las alarmas para ver cómo se enfrentaría una crisis de esa magnitud, por supuesto que causó preocupación y alarma en el gobierno y en el sector privado, pero lo mismo sucedió en Estados Unidos porque saben la repercusión que habría en una ruptura del principal socio comercial y vecino qué, aunque sea una potencia mundial es factible de convulsionarse y traería consigo repercusiones sociales a las que el país no está acostumbrado a tener.
Fue un amago que obliga a México a robustecer la independencia económica y estrechar lazos comerciales en otras latitudes para no estar susceptibles de chantajes y extorsiones de los gringos que se siguen asumiendo los policías del mundo, los que pueden invadir cualquier país y saquearlo o auspiciar guerras ajenas, con todo un historial de abusos frente a naciones en el ámbito militar y económico, el antecedente en la relación con México en los gobiernos del PRI y PAN fue la total sumisión y servilismo, toda una entrega para atender y ajustar las leyes mexicanas para que los organismos económicos internacionales pero finalmente estadounidenses determinaran su aval para la implementación del modelo neoliberal que tiene su epicentro en el vecino país del norte.
Son muchos los ejemplos que en la historia de la humanidad de los protagonismos como potencia militar Estados Unidos en los que ha llevado a cabo intervenciones militares determinando unilateralmente que países o gobiernos son terroristas y en consecuencia una amenaza ellos llevando a cabo genocidios con toda impunidad de gente inocente y tomando como botín el oro y el petróleo del país invadido, en el mismo sentido el absurdo de determinar bloqueos económicos inhumanos como el caso de Cuba y Venezuela.
Otra de las reacciones políticas fue desde la oposición en México, quienes mostraron regocijo por la amenaza de Trump que además la celebraron, le enviaron misivas de beneplácito arengando a que cumpla aún y cuando tenga fuertes impactos a la economía mexicana, así el nivel de miserables algunos políticos opositores que siguen con las mismas líneas discursivas de confrontación a base de insultos y calumnias, mostrando la perversidad con la que actúan bajo una lógica de generar una crisis económica que a su vez provoque otras crisis en lo político y social y así poder capitalizar el posible descontento que surja hacía el gobierno y en consecuencia recuperar adeptos electorales.
Son demasiado básicos en sus valoraciones y predecibles en sus actuaciones, le siguen apostando a su espectáculo circense en el debate político, como si tuviesen un respaldo social o un reconocimiento en el extranjero, en particular en Estados Unidos en donde los ubican como los que tuvieron los grandes escándalos de corrupción y sobre todo varios políticos de esa vertiente opositora procesados allá por ser parte del crimen organizado en particular por temas de narcotráfico, pero para ellos, los opositores es importante retroalimentar en un segmento social diminuto ese tipo de posicionamientos como un insumo en su diminuto universo de seguidores.
Lo destacable es la reacción popular, esa la de las grandes mayorías que hoy como nunca en la historia moderna del país se siente empoderada, representada en una presidenta y su gobierno que asumen esa conexión con el pueblo de México, la gente está apropiada y defiende el proyecto de transformación que se está llevando a cabo en el país y está dispuesta a respaldar al gobierno en las decisiones que se tomen al interior y en el plano internacional.
