WhatsApp Image 2024-08-08 at 5.54.35 PM (1)

Las desesperanzadas luchas de la oposición

Se percibe un ánimo derrotista en la oposición ya cada vez más disminuida; traen sus luchas por varios frentes cada vez más mermadas. Por un lado, está su campaña contra la asignación de curules plurinominales que —a su parecer— se perfila una sobrerrepresentación en favor de Morena y sus aliados; esa lucha ya solo la traen unos cuantos, han convocado foros de explicación y autocomplacencia que ni siquiera son capaces de llenar auditorios pequeños y su plática es entre ellos mismos sin que vaya más allá de un segmento opositor.

Otro frente es el poder judicial, que con su estructura de trabajadores (solo algunos), hace presencia manifestando su inconformidad. Esto realmente no ha tenido un impacto social, y los partidos de oposición han abandonado a Norma Piña, quien les dio cobijo político. Ya solo unos ministros y magistrados exponen su posicionamiento en medios de comunicación y foros temáticos sobre la reforma judicial, sin embargo, no hay ya actores políticos visibles que les acompañen.

Surgió ya más visiblemente la inconformidad de algunos organismos constitucionales autónomos; en particular del instituto de transparencia, que públicamente pidió un encuentro con la Presidenta electa para platicar el tema y fue desatendido. En este frente está prácticamente sin acompañamiento político de algún sector de la oposición, y las demás instituciones asumen que no hay nada que hacer y correrán la suerte plasmada en la iniciativa del ejecutivo para que la gran mayoría desaparezca y sean absorbidos por las respectivas áreas de gobierno.

Ya poco es mencionada la reforma política en materia electoral —que es de gran trascendencia—. La eliminación de los organismos y tribunales electorales en los estados, de prerrogativas a partidos y de plurinominales, entre otros aspectos, es principalmente objetada por partidos de la oposición (de los que uno ya está desaparecido por la pérdida del registro, y los otros dos siguen en una disputa interna, distraídos totalmente sin atender la agenda política nacional de las reformas que están a la inminente instalación del Congreso).

De esta forma se ha quedado totalmente disminuida la oposición y prácticamente sin presencia en los debates. Se sigue pretendiendo articular un frente que aparente ser un movimiento —de mucha gente engañada, algunos de gran ignorancia y otros muy clasistas— autodenominado “marea rosa”, como si fuera vigente y vigoroso, con actores políticos reciclados, pretendiendo capitalizar minucias para constituir un partido y reinstalar su modus vivendi de prerrogativas y plurinominales, vendiendo esperanzas finadas en fantasías explicadas con mucho apasionamiento.

Todo apunta para que actual PRI, pragmático y cooptado por un grupo sectario y corrupto, se incorpore a robustecer las mayorías legislativas de Morena y aliados. El PAN seguirá siendo la mermada oposición que recrudecerá su crisis orgánica por su proceso de reestructuración interna. En el penoso caso del PRD, que pretenden resucitar, ya no podrá salir del basurero de la historia, y algunos engrosarán ese frente cívico. Realmente es una situación muy complicada para la oposición y, conforme pasen los meses y los años, se irá diluyendo cada vez más.

Sin duda habrá nueva oposición —y no la de ese frente cívico de experredistas—, será la que surja del propio movimiento. Ya hay señales de ambiciones incontrolables de personajes que están hoy con Claudia, aunque en un futuro podrían estar contra ella y el movimiento, aliándose con adversarios para saciar esa hambre de poder a costa de lo que sea. Es muy predecible esa realidad, donde se consolide el régimen y un liderazgo internacional con un protagonismo importante para incidir en el reacomodo político del continente y articular una estrategia regional entre naciones.

Por lo pronto viene una etapa desoladora para la oposición, que seguirá pagando sus formas de hacer política a costo alto, porque también hay que decir que —por salud de la democracia y la república— se requiere una oposición responsable, que nutra el debate de altura, que sea una oposición que tenga liderazgos con autoridad política y moral pero eso ya es demasiado pedir.

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios