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Las entrañas de la revocación de mandato

A nivel nacional, este 1 de noviembre se comenzó a recabar firmas para solicitar la consulta popular que organizará el INE, donde la ciudadanía, emitiendo su voto libre y secreto, podrá decidir si revoca o ratifica el mandato del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Para que la solicitud ciudadana proceda, se requiere reunir un mínimo de 2 millones 700mil firmas, que equivalen al 3% de la lista nominal y que en al menos 17 estados se supere este porcentaje.

Dicho proceso tuvo un registro de 22,419 ciudadanos promoventes en todo el país que están autorizados para recabar las firmas. El número tan alto de solicitudes para promover este ejercicio de democracia participativa es un reflejo claro de una insistencia social permanente por agigantar la democracia al involucrar al Pueblo más allá de elegir representantes o gobernantes.

Hoy, este impulso democrático que vive el país en la Cuarta Transformación es la materialización de las exigencias populares como la de las mujeres por su derecho al sufragio; el movimiento del 68 que pugnaba por un cambio democrático en el país; los principios por los que surge la CNTE para democratizar un sindicato, la educación y el país, e incluso los múltiples focos guerrilleros en la década de los 70 del siglo XX ante el nulo derecho de participar en canales institucionales de la vida pública del país y que obligaron al poder hegemónico a crear la Ley Federal Electoral, mejor conocida como la LOPPE en 1977. En el mismo sentido, la profundización de la democracia en México tiene raíz después de haber sido violentada la voluntad popular tras los fraudes electorales del 1988, 2006 y 2012; al igual que la gran decepción que fue el gatopardismo de la alternancia política de Acción Nacional en el 2000, anclada también en la lucha y resistencia de López Obrador ante la insipiente democracia de la corrupción y el neoliberalismo.

Todo esto es donde han florecido clamores como los de ‘democracia ya’ y ‘Patria para todos’. En este imparable caminar de lo Pueblos hacia la democracia se ha gestado la conciencia social de hacer efectivo el sufragio. Por eso, en todos los territorios permea la necesidad de tener un mecanismo de evaluación del quehacer de los gobernantes, ya que el Pueblo les votó y les delegó el poder.

Lo que encarna la insistencia constante del Presidente Obrador es que el ejercicio del poder sea obediencial, el mandar obedeciendo. En consecuencia, en 2002 y 2004 cuando era Jefe de Gobierno. consultó al Pueblo de la Ciudad de México si continuaba o no en el encargo con la finalidad de que el Pueblo le diera la brújula al gobierno sobre el tipo de desarrollo necesario y en el que estemos socialmente de acuerdo.

La importancia de participar y hacer de todos este proceso histórico es marcar un precedente para lo venidero: que sea una advertencia para quienes quieran gobernar el país sobre lo que puede suceder si no se acata la voluntad popular o si se atenta contra el Pueblo. De igual forma, busca empujar la legislación en todas las entidades federativas para tener instrumentos de revocación del mandato a gobernadores y presidentes municipales.

Esto ocurre dentro del proceso de democratización de la democracia, es decir, pasar de la democracia representativa a la democracia participativa para que el Pueblo pueda tener mayor incidencia en los asuntos públicos y generar mecanismos y espacios de participación para incidir las decisiones del gobierno. Tiene por finalidad transformar la cultura política del país para que se conciba el poder como la posibilidad de transformación al servicio de la colectividad, en lugar de entenderlo como la capacidad de control, dominio, opresión y en beneficio personal o camarillas.

Quienes somo adherentes, simpatizantes o militantes del movimiento transformador que encabeza el Presidente López Obrador en la Cuarta Transformación tenemos la responsabilidad de radicalizar la democracia en todos los órdenes y territorios. Que este proceso de cambio sea para practicar la democracia desde la familia hasta la plaza pública, porque el planteamiento de la democracia que tenemos finca esfuerzos en la toma de conciencia de hacer nuestra la política y democratizar los otros ámbitos de la existencia social, como la educación, la salud, la cultura, la economía y, en último término, el bienestar.

¡Por la democracia y porque la política la hagan los Pueblos la consulta popular va!

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