En los últimos días, el INE ha intentado aplazar la elección judicial prevista para junio de 2025, con el insulso argumento de falta de recursos y de tiempo; incluso se ha pronunciado porque la elección se realice en octubre del año de las elecciones. Sin embargo, este órgano (que quedó tan desprestigiado tras la poca honrosa gestión de su presidente anterior, del cual ya ni quiero recordar su nombre) tendrá que organizar las primeras elecciones judiciales en la historia de México tal y como lo advirtió nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum.
Es importante recalcar que las y los candidatos a ministros, magistrados y jueces, que deseaban inscribirse para estos cargos de elección popular, tenían las opciones de registrarse a los Comités de Evaluación de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los órganos encargados de evaluar a los mejores perfiles para presentarse a las próximas elecciones de nuestras autoridades judiciales para así tener un sistema judicial más cercano al Pueblo, además de más certero y con la confianza de que los mexicanos podamos acudir a tribunales que deban ser garantes de nuestra Constitución.
A pesar de los medios informativos (que intentan desacreditar el proceso electivo), al cierre del registro se habían inscrito más de 49 mil abogadas y abogados (aspirantes a juzgadores), de los cuales 18,447 optaron por registrarse por el ejecutivo, 27,146 por el legislativo y 3,805 por el judicial. Esta gran cantidad de profesionistas del derecho disputarán más de 800 cargos judiciales, entre ellos 5 ministras y 4 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 3 magistradas y 2 magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, una magistrada y un magistrado de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y 10 magistradas y 5 magistrados de las salas regionales de dicho tribunal. De igual forma, están en juego 464 cargos de magistradas y magistrados colegiados de Circuito y de Apelación y 386 para jueces de Distrito.
La participación en el registro de las aspiraciones a los cargos que se elegirán en el 2025, además de ser cuantiosa, ha sido diversa, ya que, sin importar partidos políticos o gobiernos para los que han trabajado o ideologías, se han registrado profesionistas del derecho de distintos orígenes, por la confianza que ha generado el actual proceso electivo. Por ejemplo, para ministros de la Corte, destacan l Loretta Ortiz, Jazmín Esquivel y Lenia Batres Guadarrama, quienes han dado un ejemplo de la defensa de la reforma judicial y de congruencia frente al Pueblo de México. Se encuentran también Paula María Sánchez Cordero, quien forma parte de una gran familia de juristas destacados y Rodrigo Arístides Guerrero, actual Comisionado del Instituto de Transparencia de la Ciudad de México, quien es un joven destacado jurisconsulto, autor de libros, conferencista y académico dela UNAM, además de ser pionero en el megaverso y la inteligencia artificial para acercar a la ciudadanía con las instituciones públicas.
También hay quienes tienen su corazoncito y, a pesar de los gobiernos vinculados al PRI y al PAN en los cuales han participado, se comenta que se registraron Roberto Gil Zuarth y Maricela Morales, quienes fueron secretario particular y procuradora general del gobierno de Felipe Calderón; Ricardo Ojeda, juez vinculado al caso Ruiz Massie; Carlos Alberto Serna y Ulises Carlin, altos funcionarios del gobierno de Nuevo León encabezado por Samuel García, y el ex fiscal de Coahuila, entre otros, que son quienes aspiran a llegar la máxima magistratura del país y que se medirán ante el escrutinio popular, en las históricas elecciones del próximo año.
Por todo lo anterior (y por muchos más argumentos) podemos decir que la elección judicial va por buen camino, a pesar de que algunos medios de comunicación dicen que durante fue hasta el último fin de semana cuando se obtuvieron la mayor parte de los registros como aspirantes a juzgadores, porque el “gobierno” o los “legisladores” iniciaron una campaña para que los profesionistas del derecho se registraran. Eso es falso, por ejemplo, el que escribe estas líneas, se inscribió para competir por una magistraturas y accedí a registrarme el último día, que fue el domingo. ¿Por qué? Porque me fue cómodo el día (como a muchísimos de mis colegas ya que entre semana trabajamos), porque la recopilación de documentos y su digitalización, para cubrir los requisitos, no es fácil. Así seamos casi 50 mil inscritos, solo las y los mejores aspirantes llegaran al día de la elección, porque los tres comités tienen candados específicos para tener un sistema judicial, donde ahora sí, la justicia será imparcial, pronta y expedita.