Ciudad de México a 8 julio, 2025, 12: 32 hora del centro.
WhatsApp Image 2024-04-22 at 15.18.58 (1)

Legalidad o justicia

El pasado 19 de abril del presente, se efectuó una mesa de debates en la Universidad ICEL, Campus Coyoacán, donde soy maestrante en Derecho Constitucional. Durante el evento, que se desarrolló en un marco de civilidad y respeto, estudiantes de distintas disciplinas expusieron sobre temas relacionados a sus campos de conocimiento.

En ese evento, hablé sobre “Legalidad o justicia”, mismo que les comparto en esta ocasión, esperando, como siempre, poder abonar al debate para lograr una mejor sociedad.

“Solo podemos entender el presente, por lo que hicimos en el pasado. Solo podemos predecir el futuro, por lo que hacemos en el presente.

El linchamiento, además de una de las expresiones más brutales del salvajismo, es una de las señales inequívocas de la absoluta desconfianza de la sociedad hacia las autoridades de procuración de justicia.

El día de hoy quiero hacer un llamado, ante toda la comunidad estudiantil y particularmente a los abogados, ya sea futuros o en funciones, a cuidar los asuntos que defenderán, ya sea como procuradores de justicia o como defensores de alguna de las partes en un conflicto.

De entre quienes estudiamos las distintas ramas del Derecho que se imparten en esta universidad, quiero dirigirme particularmente a mis camaradas colegas hombres para que, en casos particulares, no sigan el llamado del dinero, ni el canto de las sirenas, para romper con el pacto heteropatriarcal que en muchas ocasiones se presenta al momento de llevar un juicio…

¿Pacto heteropatriarcal, se preguntarán? Sí. Lo existe en nuestra profesión, quizás de forma más marcada que en otras profesiones.

Porque fue un juez hombre quien dejó en libertad a otro hombre que abusó sexualmente de una niña de 4 años porque la menor no supo precisar la hora y el domicilio donde sufrió el abuso. El violentador, defendido por un abogado —hombre—, obtuvo su libertad, porque una niña de 4 años no cumplió con el “debido proceso”.

Ese es sólo un ejemplo de las aberraciones jurídicas a las que se enfrentan las mujeres todos los días.

De un sistema de prohibiciones podemos deducir cómo es una sociedad en su cotidiano. En nuestro país, después de muchas batallas legales, se han logrado tener leyes con nombres de mujer, a saber:

  • La Ley Ingrid, que castiga a los funcionarios públicos —particularmente hombres— que difundan imágenes que revictimicen a mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia feminicida.
  • La Ley Olimpia, que castiga la violencia digital ejercida primordialmente por hombres que difunden contenido íntimo sin consentimiento de sus parejas, particularmente mujeres.
  • La Ley Sabina, que dio origen al registro nacional de deudores alimentarios, contra los hombres que se niegan a pagar las pensiones alimenticias.
  • La Ley Malena, que castiga la violencia feminicida que cometen los hombres al atacar a sus parejas mujeres con ácido.
  • La Ley Camila, que se hizo para evitar la llamada “violencia vicaria” que es ejercida por los hombres que sustraen a los hijos menores de edad para chantajear a las parejas.
  • La Ley Montse, que sirve para castigar a los familiares que oculten o faciliten la fuga de feminicidas, entre otras.

Concluyo esta breve intervención dirigida a todo el alumnado, pero particularmente a todos los hombres, y a mis camaradas colegas abogados, para que rompan la espiral de silencio e impunidad que significa el pacto hetero patriarcal en nuestra sociedad.

Si ustedes —por dinero o complicidad— ayudan a liberar de la cárcel a un pederasta, a un feminicida, a un deudor alimentario o a un violentador digital, estarán colaborando en la impunidad que se vive todos los días en nuestro país.

Y, si por esa razón, una turba enardecida lincha a un delincuente o a alguien inocente, esas muertes salvajes y sin sentido recaerán sobre ustedes y su conciencia.

Sólo podemos entender el presente, por lo que hicimos en el pasado. Sólo podemos predecir el futuro, por lo que hacemos en el presente.

El llamado que les hago hoy es a terminar con el pacto heteropatriarcal que reproduce la violencia y la impunidad.

El llamado que les hago hoy es a que cuando estén en la posición de tener que elegir, entre legalidad y justicia, elijan siempre la justicia.

Solo así lograremos construir una mejor sociedad para nuestro futuro.

Muchas gracias por su atención.”

Sobre el autor

Comparte en:

Comentarios