Es obvio que el Mayo Zambada pactó su entrega a Estados Unidos, por su delicado estado de salud y las condiciones de vida que llevaba le sería casi imposible recibir un tratamiento adecuado que le diera, en los años que le restan, una mejor calidad de vida. No lo habría conseguido evadiendo a la justicia y viviendo escondido.
Es pueril imaginar que alguien que había logrado evadir la justicia por 50 años y que se había convertido en la persona más buscada del mundo pudo ser engañado y arrestado tan fácilmente. El Mayo Zambada habría negociado con el gobierno de Estados Unidos por su salud, por su libertad, sus negocios, inversiones y para brindar protección e inmunidad a su familia.
El que calla otorga y la falta de una explicación oficial, que no existe ni existirá, porque no hay manera de justificar lo que acordaron, hoy le sirve al gobierno de Estados Unidos para chantajear con los aranceles, desestabilizar al gobierno de Sinaloa y catalogar como terroristas a los cárteles. Todo esto son historias de ficción que les sirven para justificar sus intenciones intervencionistas y de injerencia. De ahí la tapadera de la DEA.