Por: Lorena Gómez Cabrera
Detener la propagación del coronavirus exige no solo la aplicación masiva y global de las vacunas, sino también de una potente ofensiva contra los movimientos antivacunas.
Partamos del falso mito de las vacunas. En 2019, después de un brote de sarampión en Europa (50 000 casos en el 2018), la Organización Mundial de la Salud reconoció la reticencia a las vacunas como una de las principales amenazas para la salud mundial antes de la pandemia. La trama antivacunas se disparó cuando un estudio publicado en The Lancet vinculo falsamente las vacunas al autismo; artículo que fue retirado por falta de rigor científico, pero el daño estaba hecho.
Hay tres factores sinérgicos de la trama antivacunas. El primero son las redes sociales: existen más de doce movimientos antivacunas y tienen cincuenta y ocho millones de seguidores; anuncios pagados en Facebook, dirigidos a madres jóvenes para convertirlas en activistas, muestran niños supuestamente enfermos debido a las vacunas.
En segundo lugar el grupo antivacunas tiene un brazo político. Los tuits de Donald Trump son un buen ejemplo de ello. El 40% de los miembros del partido republicano se oponen a vacunarse contra covid-19. El tercer factor que impulsa el éxito de los movimientos antivacunas es el agresivo proselitismo dirigido a grupos susceptibles como los emigrantes, judíos ortodoxos y las minorías.
En nuestro país, los mitos sobre las vacunas van desde que te inyectan un chip, hasta que las vacunas se aprobaron a vapor sin pruebas suficientes, dichos totalmente falsos. La OMS establece las pruebas para que las vacunas demuestren seguridad y eficacia.
En México, un 30% de la población se reúsa a vacunarse contra covid-19, una decisión que la basan en la desconfianza o el miedo a los efectos que pueda causar la vacuna; otra parte de la población no cree en el virus.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado el derecho a la vacunación de todas y todos los mexicanos: para el mes de octubre todos los jóvenes mayores de 18 años estarán vacunados contra covid-19. Se está haciendo un buen trabajo desde el gobierno para inmunizar a toda la población, se han vacunado ya a más de 40 millones de personas.
Covid-19 continúa siendo una amenaza para las personas que no están vacunadas. La aplicación de la vacuna representa un acto de responsabilidad, solidaria con otras personas para reducir la incidencia de contagios en México.
@lorgocar
Licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara. Formándose como especialista en Seguridad Pública. Obradorista en transformación. Por el bien de todos, primero los pobres.