Estuve pensando mucho, muchísimo, y algo no me cuadra. Y es que como que siento que en la Navidad no encajamos nosotros. Como que nos han estado tomando el pelo durante cientos de años, y hasta que una servidora no hace un análisis profundo, no sale a relucir la realidad: el cuento de la Navidad es sólo eso: ¡un cuento! ¡Porque qué casualidad que en la historia de Jesús no aparece nadie como nosotros! Sólo los malos son como nosotros. ¡Bueno, parecidos! ¿Sí captan? María era pobre, y bastante loquilla por cierto, porque hasta ahora nadie sabe realmente quién fue el papá de Jesús. Pero de que hubo algo, lo hubo. José fue un mugre carpintero, tan irrelevante que nadie sabe cuándo salió de la historia, ni cuándo murió. De pronto desapareció y a nadie le importó. Además, Jesús nació en un lugar horrible, lleno de animales y estiércol, en unas condiciones higiénicas que uno no puede explicarse; ¿por qué a esa gente le gusta vivir así? ¡Los mentados Reyes Magos, de reyes no tenían más que el nombre! Eran unos contrabandistas que pasaban por ahí y se pararon para aprovechar el manejo mediático que hicieron José y María por el nacimiento del chamaco. ¿Pero sí se dan cuenta de que era pura miseria lo que había ahí? Y que su control de los medios logró que todo eso se volviera una leyenda de chairos que lo único que logra es polarizar el mundo, ¿sí captan? Porque resulta que los protagonistas eran pobres, siguieron siendo pobres y, para colmo, mataron al tal Jesús de una manera horrible, para que después lo mantuvieran en las iglesias. ¿Sí captan? Es que eran muy listos ¡y por eso en la Navidad hay tan mal ambiente social para las clases altas, porque en esa mugre historia nos ponen como si fuéramos unos sádicos, perversos, ignorantes y descreídos, que nunca nos tragamos esa historia de Jesús porque no tiene la menor lógica! Y es que no es posible que un «nini» como Jesús de pronto tenga admiradores por todos lados siguiéndolo, ¿sí me entienden? O sea, ni Xóchitl, tan estudiada que es, logró que la siguiera un grupito importante… O sea, eso no es real. Lo que sí es que se ve que manejaban muy bien el marketing y la infodemia. Y en esa época era toda una novedad. Porque eso de que hacía milagros, que se lo crea su abuela. Fue pura infodemia. Yo por eso soy fan de Santa Claus. Ese sí que es buena persona y reparte regalos con su trineo a quien los puede pagar. Eso es meritocracia y no populismo. El otro, además de todo era codo. Ahí se las dejo. ¡Por una vez en su vida, analicen!
