Pluma Patriótica

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Las metas en el tiempo de mujeres: de 10 de 10 y 333

En todas las encuestas presentadas el pasado viernes 10 y madrugada del sábado 11 de noviembre, de las que se definieron las personas que encabezarán las coordinaciones de defensa del movimiento en sus entidades federativas, en todas las encuestas, tanto las espejo como las realizadas por la Comisión de encuestas del partido, Morena goza de la preferencia mayoritaria y buena opinión de las poblaciones.

Ninguna de las personas aspirantes superó la aceptación del partido con la propia. Reafirma nuevamente que la única persona cuyos puntos de opinión positiva pueden superar a los del movimiento-partido es nuestro presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador. Tal cual lo recordó la coordinadora nacional del movimiento, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, el presidente no estará en la boleta el próximo año; ahí está el gran desafío de este movimiento y sus coordinaciones.

Ninguna persona es más grande que el movimiento, y sus encargos de coordinación y representación son mandatos articulados a la esperanza y demanda que sostenemos para continuar la transformación del país. La selección de las coordinaciones de defensa del movimiento de las entidades que tienen elecciones en el 2024 es un ejemplo democrático de selección de perfiles con respeto a los principios democráticos de participación, inclusión y paridad, que encabezarán el movimiento.

Nada está dado, aun cuando las condiciones están a favor para continuar el proyecto de transformación del país. No viene un día de campo en la agenda. Lo que toca esperar desde la izquierda es que la derecha, la abiertamente manifiesta, y los poderes fácticos contrarios a la transformación del país, pasen a ataques más encarnizados y violentos. La ferocidad por reventar la cuarta transformación del país se verá en recursos destinados a generar ataques en redes sociales, eventos públicos y enormes cantidades de desinformación y noticias falsas.

No es un escenario fácil y nadie, ninguna de las personas coordinadoras, podrá por sí sola afrontar el proceso por venir. Requerirán de un movimiento vivo, activo y comprometido. Se están viendo ejercicios de civilidad política al interior del movimiento donde se aceptan los resultados y se zanjan diferencias. Claro, unos mejor realizados que otros, pero existen, y eso es esperanzador para la ardua jornada que se avecina.

No es hora de cerrar filas. Es hora de abrir filas, de generar consensos, de establecer agendas, de sumar voluntades. Las metas globales son muy concretas, con posibilidades reales, aunque, sin duda, son desafiantes:

Tiempo de mujeres: El enfoque de la siguiente etapa de la transformación de la vida pública se centra en el liderazgo de las mujeres en el movimiento y en el país. Esto implica, efectivamente, el triunfo de las 5 mujeres propuestas en las entidades federativas y de la Doctora Claudia. También implica que, en los 20 mil espacios a competir el próximo año, veamos verdaderamente la victoria del 50% de las mujeres postuladas. A pesar de la evolución en la representación de hombres y mujeres en el espacio público en México, históricamente ha persistido una disparidad en la visibilidad y participación de género.

10 de 10: El movimiento tiene una meta clara: ganar las nueve gobernaturas en disputa y la presidencia de México. Lograr esto no se logra con gestos llamativos ni con conformismos, sino con la certeza de las encuestas que reflejan la preferencia por la transformación. Se alcanza con el esfuerzo político de la militancia y los simpatizantes para convertirlo en realidad.

333: Es el número de diputaciones que se necesitan para obtener la mayoría calificada en la cámara de diputados. Realizar las reformas de Estado que se requieren necesariamente implica que las representaciones de la transformación alcancen este número. De ello depende la posibilidad de llevar a cabo reformas constitucionales, como la reforma al poder judicial.

El desafío es claro: abrir filas, unir consensos y sumar voluntades para alcanzar metas ambiciosas y necesarias. Con la visión de lograr las nueve gobernaturas y la presidencia de México, junto con la obtención de 333 diputaciones para impulsar reformas fundamentales, se apunta hacia un futuro transformador. Es crucial también reconocer que, en este tiempo de mujeres, el liderazgo femenino se erige como pilar central en el movimiento y en la esfera pública. La verdadera fortaleza radica en la unidad y la acción conjunta para concretar un cambio significativo y permanente en México

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