El diálogo que comienza entre el Gobierno de Venezuela y la Plataforma Unitaria venezolana es posible gracias a las buenas gestiones ofrecidas por el Gobierno de México.
El conflicto político venezolano tiene ya unos 22 años: desde el comienzo del gobierno de Hugo Chávez en 1999, la oposición venezolana generó desacuerdos que terminaron en golpes de Estado, protestas en las calles, paros de trabajadores y llamados a la abstención electoral en 2005 y 2018.
El 13 de agosto de 2021 en las instalaciones del Museo Nacional de Antropología se instaló lo que será el comienzo del “Proceso de Negociación y Diálogo” bajo las gestiones del Reino de Noruega con el apoyo del Reino de los Países Bajos, Rusia, el Gobierno de México y las dos partes involucradas en el conflicto político venezolano.
Se sentarán durante un período máximo de 180 días, para llegar a una negociación con bases democráticas, que buscará resolver pacíficamente la confrontación política que generó una de las mayores olas migratorias de un pueblo latinoamericano.
Durante 2019, el conflicto venezolano se agudizó por injerencias extranjeras; en Latinoamérica, se formó el Grupo de Lima que —bajo la premisa de la “salida democrática”— buscaba un cambio forzoso de gobierno en Venezuela con la figura inexistente de la presidencia encargada con Juan Guaidó a la cabeza. Este hecho conllevó a que el gobierno electo en 2018 de Nicolás Maduro para un segundo período constitucional fuese deslegitimado por la comunidad internacional.
El gobierno de México fue de los pocos que, bajo la premisa de la no injerencia en los asuntos internos de otro país, guardó reservas acerca de los acontecimientos suscitados en Venezuela en 2019. Pasado el tiempo, fue uno de los países que se comportó de una manera sensata ante el conflicto político venezolano, esto llevó a que las partes involucradas se sentaran en días pasados para resolver sus problemas en la capital mexicana.
El secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, Marcelo Ebrard, fue el encargado de dar la bienvenida a las delegaciones negociadoras y fue testigo de la firma conjunta entre el Jefe del Equipo Noruego, Dag Nylander, el representante del Gobierno de Venezuela, Jorge Rodríguez y el representante de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde. Esta firma es histórica por marcar el comienzo de las negociaciones de pacificación del país suramericano.
Los venezolanos están divididos, algunos tienen altas y otros bajas expectativas sobre la resolución del conflicto político en Venezuela; muchos, desde otras latitudes a las que migraron, ven esta reunión como una fantasía que no ayudará en nada a la situación y unos más lo ven como la posible solución.
Solo queda celebrar que posiblemente en tierras mexicanas se llegará a una negociación y acuerdo democrático que pacificará a Venezuela.