La semana pasada, John Kerry, enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, vino a México y se reunió con el Presidente Andrés Manuel. Esto es importante para la participación de México en la COP 26 que se realizará en Glasgow, Escocia la siguiente semana. Se trata del encuentro más importante a nivel mundial en materia de cambio climático; el año pasado se pospuso por la pandemia y este año ha generado mucha expectativa ya que, con la crisis económica mundial causada por covid-19, muchos países han dejado la agenda medioambiental en un segundo plano, poniendo como prioridad la recuperación económica a cualquier costo.
En resumen, ambos países se comprometieron a trabajar juntos para cumplir con la meta de limitar a 1.5 grados celsius el calentamiento global. Según la UNEP, Estados Unidos y México año con año incurren en mayores gastos por atender ciclones, incendios forestales y sequías atípicas. Existe la idea errónea de que lo que es ecológico es más caro, representa perder o dejar de ganar dinero, cuando en realidad esto no siempre es así. Anualmente, la comunidad internacional gasta más de 140 mil millones de dólares en atender emergencias y hacer ajustes a los fenómenos ocasionados por el cambio climático, dinero que podría destinarse a combatir el hambre u otros temas muy necesarios.
Estados Unidos se comprometió para ayudar a México en su transición energética y que se aproveche nuestro potencial en energías limpias; habrá que ver qué tipo de cooperación podría haber en el ramo de aprobarse la nueva reforma energética. Por otro lado, ambos países reafirmaron su plan para cumplir con el compromiso mundial de metano. Esto es importante porque nuestras industrias son interdependientes, somos el principal socio comercial de E.E U.U. con más de 160 mil millones de dólares de comercio trimestral, es impensable que podamos llegar a la meta si no trabajamos juntos porque nuestras industrias tienen insumos en ambos lados de la frontera, más del
Las consecuencias del cambio climático las estamos pagando todos, por eso es importante que todos los países se comprometan a cumplir sus metas. Según cifras del Banco Mundial, para el 2030 las consecuencias del cambio climático podrían sumir en la pobreza a 100 millones de personas adicionales, los efectos de los desastres naturales actualmente equivalen a pérdidas de 520,000 millones de dólares anuales y suman a 26 millones de personas a la pobreza cada año.
Las soluciones climáticas naturales, como acabar con la deforestación y restaurar los bosques degradados podrían, a nivel mundial, crear 80 millones de empleos, sacar a mil millones de personas de la pobreza y aportar $ 2.3 mil millones de dólares en crecimiento productivo. México no debe quedarse atrás y buscar un rol protagónico regional líder en la implementación de la Agenda 2030 y los compromisos que se adquieran en la COP26, nos saldrá más costoso no hacerlo.