El actual proceso electoral está inserto en una importante coyuntura internacional. La economía global enfrenta cambios en la distribución y localización de actividades y cadenas productivas; razón por la que América Latina como región —por tanto, México incluido— probablemente podrá verse beneficiada a partir del aumento de las inversiones y con ello de la posibilidad de incrementar la oferta de empleo y la recaudación fiscal, por mencionar algunas posibilidades. A pesar de que el escenario internacional supone ventajas comparativas del país para aprovechar las posibles externalidades de los mercados, es cierto que se requiere de mejorar ciertas condiciones y prever nuevos arreglos institucionales para lograr que el nearshoring se traduzca en mejores condiciones de vida para la población.
Por este razonamiento, la elección del próximo 02 de junio se presenta en un momento estratégico para México. Hasta hoy el único proyecto que ha presentado propuestas vinculadas con el aprovechamiento de esta coyuntura internacional es el de la Dra. Claudia Sheinbaum. No obstante, sería deseable que los otros aspirantes —al menos intentaran— pensar y repensar el tema para detonar una mayor conversación públicas al respecto. Sobre todo porque se requieren propuestas en dos sentidos: (1) para lograr que México efectivamente sea uno de los beneficiarios principales de los cambios en la economía global, es decir que el nearshoring ocurra en los términos y dimensión prevista; y (2) para posibilitar que este fenómeno económico tenga impacto directo en el bienestar de la población y no sea únicamente el crecimiento de inversiones en territorio nacional sin un efecto distributivo.
Lo que se describe es —en efecto— un reto mayúsculo. Hasta ahora, el país avanza en la dirección adecuada, así lo demuestra el hecho de que en 2023 México fue el principal proveedor de bienes a Estados Unidos y las importaciones estadounidenses desde China disminuyeron. Por ejemplo, en el caso de equipos de telecomunicaciones se registró una disminución de hasta 29%. En el mismo año 2023, México alcanzó su mayor registro de captación de Inversión Extranjera Directa en los últimos diez años.
Prospectivamente, el país puede ser uno de los principales beneficiarios de la relocalización de cadenas productivas. Empero, es necesario prever al menos tres puntos relevantes. El primero es la necesidad de mayores niveles educativos y políticas de formación para el trabajo, sobre todo porque buena parte de las industrias requieren de personal con ciertas cualificaciones. El segundo es la búsqueda seguridad energética teniendo en cuenta que el aumento de las actividades productivas sugiere un crecimiento de la demanda de energía que podría ascender hasta un 2.3% anual en el caso de México y 1.5% en el caso de América Latina, solamente para el caso de energía eléctrica. El tercer punto está relacionado con la inversión en infraestructura dado que, en caso de no realizarse, podrían verse acentuadas o profundizadas las desigualdades regionales, es decir, que solamente algunas entidades federativas —históricamente con mayor crecimiento económico— sean las beneficiarias.
El otro aspecto de interés en este momento histórico de la economía global y las posibilidades de crecimiento en México, está relacionado con cómo lograr que generen beneficios directos para la población. En tal caso es una acción —evidentemente de primer orden— el poner atención especial en que las inversiones deriven en la oferta de trabajos dignos. En el pasado, se optó por un modelo basado en la flexibilidad laboral y la liberalización de los mercados de trabajo. Ahora mismo, lo que se requiere es de mayor presencia del Estado y mejores regulaciones laborales.
El proceso electoral se vive en un momento estratégico para México. En este se eligen personas, proyectos, ideas, valores y principios. También se elige entre una opción seria que comprende estos procesos de cambio global (el proyecto de Sheinbaum) y la oposición que está ocupada en las banalidades, el encono y la ausencia de argumentos. Tras el triunfo político de la coalición que transforma, inmediatamente tendrá que convocarse a un gran acuerdo nacional con el sector productivo para lograr los mejores resultados en esta coyuntura especialmente benéfica para el país.