Ya estamos a menos de una semana para que se lleve a cabo la jornada electoral 2024 en donde serán electas 8 gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, así como el congreso de la unión, congresos locales y la presidencia de la república.
Por una parte, estamos quienes transitamos épocas de melancolía —segura estoy que somos millones— porque casi concluye el cargo el mejor presidente de la historia contemporánea de México y nos duele que se vaya; sin embargo, por otro lado se siente mucha felicidad que por fin vamos a tener a la primera presidenta de la república, una mujer científica, luchadora social, honesta, con experiencia, que la pudimos ver gobernando maravillosamente la ciudad más grande del país, con extraordinarios resultados, los cuales le otorgaron premios internacionales.
Me atrevo a hablar con tal aplomo y seguridad sobre quién será la triunfadora de la contienda próxima, porque la ventaja que le dan todas las encuestas en México a la Dra. Sheinbaum, con relación a sus adversarios es avasalladora e irreversible, de veinte hasta treinta puntos porcentuales, no hay forma posible de que le ganen la presidencia a la científica humanista.
En la Ciudad de México por fortuna también se prevé una amplia ventaja para la luchadora social feminista Clara Brugada sobre el miembro del cártel inmobiliario Santiago Taboada, por ejemplo, «De las Heras Demotecnia» le da hoy una ventaja amplia a Clara de quince puntos porcentuales.
Así que como podemos prever el triunfo electoral será para las mujeres en México, hace apenas setenta años que en este país se dio paso al voto femenino, por lo que será un logro histórico monumental que haya tantas mujeres gobernando y ahora la gran mandataria de este país sea una mujer de izquierda. No es poca cosa ese paso agigantado que damos hacia el progreso y la igualdad. Con ellas llegamos todas.
Además, cabe recalcar que son unas mujeres combativas, frontales, honestas y de una sola pieza, que han demostrado en varios encargos lo capaces que son para gobernar, dirigir y transformar la realidad social de sus gobernados, sobre todo de los que menos tienen.
Es por ello, que estoy segura de que el poder económico, los oligarcas y la mafia del poder no podrán retroceder a los próximos gobiernos ni un solo paso en la lucha contra la corrupción y a favor del pueblo de México.
Vienen buenos tiempos, AMLO ya puso los cimientos de una nueva república y estas dos mujeres seguirán construyendo el porvenir, desde una perspectiva sensible, humanista y femenina. ¡Ganaremos todas! ¡Felicidades!
