Cuando ocurre un siniestro en el mar, por una ley no escrita, los primeros que deben abandonar un barco. La expresión surge en el hundimiento del HMS Birkenhead en 1845, decían que era por la supervivencia de la especie humana; casi 200 años después podemos decir que “niños, niñas y mujeres primero” por la mejora de las condiciones de vida de la especie humana.
De acuerdo con datos de UNICEF, en México viven casi 40 millones de niños, niñas y adolescentes, que representan el 35% de la población y de cuyo bienestar hoy depende el desarrollo presente y futuro del país. Más de la mitad de ellos se encuentra en pobreza (51.1%); además, 8 de cada 10 estudiantes menores de edad en el país no alcanza los conocimientos requeridos en su nivel educativo y 4 millones de niños no van a la escuela. En cuanto a la violencia que viven, 6 de cada 10 niños de entre 1 y 14 años ha experimentado algún método violento de disciplina. Y el más terrible de los datos duros: del 2012 al 2019 fueron asesinados diariamente en promedio 3.4 niñas, niños y adolescentes.
En Guerrero viven 1,104,905 niñas y niños de 0 a 15 años, que representan el 31 % de la población (INEGI 2020). La entidad tiene el segundo lugar de trabajo infantil no permitido, el Sistema Nacional de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) informó que Guerrero se encuentra entre los tres primeros lugares nacionales en embarazo infantil y adolescente, y este último dato es sumamente preocupante, porque constituye un problema social, de salud pública y económico importante para Guerrero.
El embarazo infantil y adolescente implica por lo general interrumpir la educación, que difícilmente se retoma. Ello dificulta su inserción en el mercado laboral para conseguir un trabajo estable, lo cual les mantiene en situaciones económicas precarias. A ello se suman los efectos en la salud vinculados con complicaciones durante el embarazo y el parto, pues experimentar un embarazo durante la adolescencia duplica el riesgo de muerte materna en menores de 19 años y lo cuadruplica en menores de 15 años (Fondo de Población de las Naciones Unidas). El embarazo de niñas y mujeres adolescentes por las implicaciones antes mencionadas profundiza la situación de desventaja de niñas y mujeres, realizando una espiral descendente hacia la pauperización.
En estas circunstancias por supuesto que es necesario “niños, niñas y mujeres primero”. Así lo ha entendido la bancada de Morena en la entidad con su agenda legislativa con perspectiva de género y, sobre todo, ahora que la Diputada Beatriz Mojica Morga ha asumido la presidencia de la comisión de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Su compromiso no es reciente, ha sido un tema esencial en su trabajo político, es un reto, hacer funcionar el GEPEA (Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes) incidir para que se les otorgue recursos y pueda funcionar adecuadamente. Es posible con la disposición, esfuerzo y energía que da la convicción de luchar por mejores condiciones de vida para los y las guerrerenses, porque lo ha reiterado muchas veces el Presidente Andrés Manuel López Obrador: por el bien de México primero los pobres. Agregamos: por el bien de Guerrero primero los niños, niñas y adolescentes, que son el potencial para el desarrollo del estado, para lo cual es necesario realizar inversiones estratégicas que permitan el adecuado y pleno desarrollo de la población adolescente y joven.