Prácticamente todas las casas encuestadoras de prestigio —y las que no— dan como virtual ganador a Morena en Hidalgo para 2022, con prácticamente con cualquier candidato. Esto, más allá de mandar un mensaje de serenidad, genera un ambiente triunfalista y de exceso de confianza, más aún con los resultados del 6 de junio pasado.
Si bien esta elección para gobernador de 2022 ya está a la vuelta de la esquina; es necesario relajar los ánimos en vísperas de la inminente transición democrática, la cual debe ir más allá de un mero concepto y apegarse al proceso histórico que estamos viviendo como sociedad. A diferencia de otros momentos, hoy las y los hidalguenses si están listos para dar ese paso.
Por ello es urgente plantear que, más allá de suspirantes y aspirantes, lo más importante —por mucho— no son los egos ni deseos personales, sino lograr la transformación social, política y económica de uno de los estados más pobres de México, que ha sido siempre gobernado por los mismos.
La lucha política en nuestro estado está a punto de librar la madre de las batallas en 2022; la mecánica del cambio político está a punto de cambiar, pero, no hay que comer ansias…