#OpiniónChinaca. La otra oposi

#OpiniónChinaca. La otra oposición: el EZLN y la 4T

El pasado 1 de enero se cumplieron 26 años del levantamiento del EZLN. En sus palabras, el subcomandante insurgente Moisés reiteró su rechazo a la agenda de la 4T y mencionó que, ‘ante las propuestas de megaproyectos, los zapatistas defenderían las tierras hasta con la vida’, lo cual desató una discusión en redes y tuvo como consecuencia que se cuestionara al Presidente sobre este tema en la conferencia matutina.

Muy cínicamente, como era de esperarse, la primera en secundar el posicionamiento del EZLN fue la derecha oportunista; la misma que por años ha denigrado a los pueblos indígenas y ha criminalizado a los movimientos sociales. Muy a la idea de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, la derecha que defendió el neoliberalismo se colgó del discurso en defensa de las tierras y de los pueblos indígenas para atacar al gobierno en turno. Sin embargo se equivocaron, como siempre, en algo que incluso pareciera que parte de la militancia de la 4T no ha tenido claro: el EZLN no es enemigo de la 4T, el EZLN es enemigo del capitalismo, mientras que la 4T es enemiga de los neoliberales.

El debate generado visibiliza la necesidad de entender a la oposición de la 4T, no como un ente homogéneo, sino como diversidades que tienen su naturaleza en al menos dos momentos de la historia de México. La primera tiene su origen a inicios de los ochenta, cuando se instauró el neoliberalismo en México y su herencia de más de 30 años costó sangre, vidas y pobreza. La otra oposición se ubica 10 años después con el levantamiento armado del EZLN en el 94, que desde su insurrección apelaba por los derechos de los pueblos indígenas y cuestionaba las políticas neoliberales del priísmo.

Hoy el contexto es radicalmente diferente al de entonces. Mientras que los neoliberales están moralmente derrotados, la otra oposición, la de la otra campaña, es muy diferente. No desapareció, y en cambio, reapareció para hacer frente al Presidente. Como señalaron muchos medios, el zapatismo siempre estuvo ahí; no como un movimiento armado y posiblemente ya no como un referente de la mayoría de los pueblos indígenas. Sin embargo, lo que es de resaltar es que aunque se encuentren dentro de la oposición, las agendas de ambas oposiciones nunca podrán empatar –aunque la derecha conservadora se esfuerce en hacerlo de la manera más oportunista–. La oposición de la 4T es por naturaleza antagónica entre sí.

Por ello, un error grave, tanto para la militancia de la 4T como para el EZLN, es pensar que entre nosotros somos enemigos. “El EZLN no es nuestro enemigo” dijo ya el Presidente. En realidad nuestras causas no son tan diferentes. Ambos nacimos en la oposición como un movimiento organizado en contra de los neoliberales. Sin embargo, hoy en día existe una diferencia de fondo que es clave para no ser aliados, y es que la agenda zapatista es en primer lugar anticapitalista, mientras que la agenda de la 4T es primordialmente antineoliberal. Esta diferencia no nos convierte en enemigos, no convierte al EZLN en la derecha conservadora, ni mucho menos a Andrés Manuel en Salinas de Gortari.

El EZLN representa una oposición –no propia de la 4T como la derecha lo ha querido pintar– sino de todo un sistema capitalista al que se le ha hecho frente desde muchos esfuerzos autónomos. No solo en los caracoles zapatistas, sino en otros espacios de resistencia, principalmente indígena, que son no solamente válidos sino necesarios; pero nunca suficientes cuando existe una urgencia de sacar a todo un pueblo de la pobreza; nunca suficiente cuando no hay condiciones objetivas ni subjetivas para la transformación radical anticapitalista de toda una nación.

Una oposición encabezada por el EZLN es quizá necesaria en un proceso de transformación. Por tanto, puede que el movimiento zapatista sea la única oposición digna de la 4T. Eso no quiere decir que el EZLN hoy en día sea una mayoría representativa indígena, pues la mayoría de los pueblos han respaldado el proyecto del Presidente. Aún así, la 4T es un gobierno para todos los pueblos y es su obligación escuchar todas las voces y a todas las minorías. El zapatismo ha escuchado a gobiernos anteriores, se ha sentado con ellos, e incluso, en el peor de los casos, firmado acuerdos con los que hoy están en el basurero de la historia. Por ello lo mejor sería sentarse a escuchar a este gobierno, pero principalmente a ejercer el derecho a ser escuchados como ya lo ha reiterado el presidente: ‘siempre desde el diálogo y la paz, siempre desde la razón y el derecho’.

 

Zianya Martínez. CDMX Feminista, activista estudiantil, militante de Morena y de la Chinaca feminista. 
Estudiante de Economía en el IPN y Gestora intercultural en formación por la UNAM.
@Zianyismar

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