La Amazonía: fuego y capital

La Amazonía: fuego y capital

El bosque tropical más grande del planeta es consumido por un fuego incontenible. Es la Amazonía, la reserva más importante del mundo.

Avanza, imparable, la destrucción del hogar de más de 350 grupos indígenas, unas 40 mil especies de plantas y más de 5 mil 500 especies de animales; el territorio de 1 millón de kilómetros cuadrados de ecosistemas de agua dulce, según World Wildlife Fund (WWF).

El fuego arrasa cada minuto lo equivalente a un estadio y medio de futbol. Brasil, el país más afectado, ha registrado más de 70 mil focos de incendio entre  enero y agosto de este año, y la zona amazónica de Bolivia y Paraguay ya fue alcanzada por las llamas.

Especialistas enlistan varios factores: sequías intensas y otras consecuencias del cambio climático, laxas políticas ambientales, especulación de tierras, ganadería intensiva, deforestación desmedida y agricultura industrial.

Algunos de ellos, como Carlos Durigan, en entrevista para el portal Mongabay, explican con claridad que se trata de verdaderas “asociaciones criminales” que prenden fuego a enormes áreas para sacar provecho.

Estas prácticas no son un secreto: la especulación capitalista echa mano de la destrucción, en todas sus expresiones, para dejar  rendimiento a los dueños del dinero. El fuego es el capital. La Amazonía ha agonizado desde hace mucho por la ambición y extracción desmedida de trasnacionales como Coca Cola, Nestlé, Bayer-Monsanto, Raizen, Odebrecht, AMBEV, BRF Foods, Marfing, Unilever, Bunge, Louis Dreyfus y muchas más.

De hecho, sabemos que el mundo agoniza a causa de este modelo económico, que antepone la concentración de las riquezas en manos de unos cuantos por encima de la propia vida. Un modelo de consumo insostenible y criminal.

Voltee usted adonde quiera y dése cuenta de que no hay una sola cosa que no provenga de la naturaleza. Esta obviedad ha sido terriblemente olvidada.

En una iniciativa humilde para el tamaño del problema, activistas y organizaciones de Brasil, Guatemala, México, Ecuador, Colombia y Bolivia han lanzado #NoEsFuegoEsCapitalismo, para visibilizar esta barbarie que nos quema a todos y volver a poner sobre la mesa la necesidad imperiosa de pensar en alternativas de desarrollo al neoliberalismo ecocida.

Los adherentes llamamos a reflexionar y actuar en torno a cinco ejes: 1. Hay que boicotear, hoy y para siempre, a estas empresas ecocidas a través de un 2. Cambio amplio en hábitos de consumo que sustituyan los productos industriales por los locales y los propios. 3. No apostar ni reproducir la lógica del objeto-desecho en ninguna esfera de nuestra vida. 4. Derrocar a los gobiernos ecocidas, y 5. Ser aprendices de nuestros pueblos originarios, que salvaguardan el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta y son sus guardianes históricos.

En todas las vías hay que combatir al capitalismo. Estudiar, impulsar, instaurar y mejorar vías humanas de desarrollo socioeconómicas. 

Apagar el fuego revolucionando. 

 

Paola Ramos. Chiapaneca. Egresada de comunicación y periodismo por la UNAM. Forma parte del Campamento Nacional de la Juventud Antifascista y Antiimperialista y de la 17a Escuela para Jóvenes Defensores de Derechos Humanos.
Ha colaborado en  SinEmbargo.mx, Reforma, El Big Data y Cencos.

@paooramoos

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