El nuevo presidente peruano irrumpe en la escena política latinoamericana de una manera muy particular.
De sombrero chotano, típico de la región de Cajamarca (su lugar de nacimiento), y de vestimenta con motivos indígenas, su toma de protesta estuvo llena de simbolismos, como no caminar por la alfombra roja dispuesta para el paso de los presidentes y personalidades que asistieron a su investidura, así como un mensaje de juramentación haciendo alusión a los campesinos y los más desposeídos del país, liberar al país de la corrupción y jurar por una nueva constitución.
La actual constitución peruana de 1993 fue realizada durante el mandato de Alberto Fujimori, quien imprimió una tendencia neoliberal luego de un quiebre institucional (llamado el “autogolpe”) y que contó con la aprobación del pueblo peruano luego de un proceso constituyente sometido a referéndum.
Castillo, al asumir la presidencia con un pequeño porcentaje de diferencia de votos, someterá a la voluntad popular la realización de una nueva constitución; no se han indicado los pasos a seguir, pero los peruanos se encuentran expectantes ante los cambios en el proceso político del país.
Los principales medios internacionales se dedicaron a señalar la inminente caída del peso peruano por la llegada de la izquierda al gobierno del Perú, pero no analizaron que durante el mes de julio la mayoría de las monedas suramericanas cayeron ante el dólar. Por esto es importante analizar todo el contexto para no dejarse llevar por noticias especulativas.
El Pueblo del Perú tiene una gran esperanza ante la llegada de Pedro Castillo, por tener por primera vez un presidente campesino que impulsará al país basado en sus preceptos de la construcción de una sociedad más igualitaria para todos.
El Pueblo peruano se ha visto olvidado por sus últimos gobiernos, quienes han impulsado políticas neoliberales que apartan la riqueza de los más pobres y solo se han dedicado en hacer más ricos a quienes controlan el capital.
Algunas empresas, como Bloomberg, que ofrecen servicios de información financiera ha dedicado últimamente a escribir acerca de la volatilidad del mercado peruano estableciendo una matriz de opinión del miedo ante la llegada de Castillo a la presidencia del Perú.
En Latinoamérica muchas empresas extranjeras están acostumbradas a especular sobre los gobiernos de izquierda para generar incertidumbre en el mercado, crear un caos de información que podría generar cambios en el traspaso de los capitales de un país a otro por intereses del empresariado.
Esperamos que al nuevo presidente de Perú le vaya con bien en su nuevo gobierno por el bienestar del Pueblo peruano y la reivindicación de los más desposeídos y olvidados por los pasados gobiernos.