Pluma Patriótica

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“Pobres”, ¿porque quieren?

Los indicadores son instrumentos cada vez más presentes en el ejercicio de los gobiernos, proveen información sobre una determinada condición o el logro de una cierta situación, actividad o resultado. Así, un indicador necesariamente debe representar una relación entre variables para establecer si existió un cambio o mejora.

Cuando se plantea que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publica los resultados de la medición de la pobreza, en realidad está dando a conocer los cambios de los indicadores asociados a esta condición.

México fue el primer país del mundo en contar con una medición oficial multidimensional de la pobreza; antes, también había sido el primero en tomar en cuenta en su Constitución a los derechos sociales. Sin embargo, no se ha logrado consolidar todos los indicadores (están en construcción aquellos que tienen que ver con el grado de accesibilidad a carretera pavimentada; y ni en la constitución ni en la Ley de vivienda se especifican las características de una vivienda “digna y decorosa”), ni el ejercicio pleno de los derechos sociales ni el bienestar económico tomando en cuenta el contexto territorial.

Se necesita integrar de las personas quienes están trabajando en las comunidades y transgredir el derecho a la privacidad para acelerar un cambio favorable en las condiciones de vida de las personas, pues si se parte del entendido que los gobiernos deberían dar el ejemplo en el mejor uso y disponibilidad de los recursos, el INEGI (como elemento fundamental para contar con la información relacionada con la medición de la pobreza) es también la clave para que, además de georreferenciar los hogares y sus características, también se cuente con un contacto directo de quienes necesitan los programas sociales (con su personal en campo para los censos y otros instrumentos recoge la información que se convierte en el insumo de Coneval, los gobiernos, las legislaturas, las empresas, organismos internacionales y otras instituciones).

De 2010 a 2020, periodo en el cual Coneval ha publicado los indicadores de la pobreza en México previstos en la Ley General de Desarrollo Social, Oaxaca, Chiapas y Guerrero concentraron los municipios con mayor número de personas en situación de pobreza y pobreza extrema. Las cifras varían, pero no lo que se mide. Es decir, si bien los gobiernos locales pueden ponerse creativos con sus programas sociales, lo cierto es que existe una política pública enfocada en los indicadores de ingreso corriente per cápita; rezago educativo; acceso a los servicios de salud; acceso a la seguridad social; calidad y espacios en la vivienda; acceso a los servicios básicos de la vivienda; acceso a la alimentación; grado de cohesión social, y grado de accesibilidad a carretera pavimentada.

La pobreza no debería de ser el destino de quienes nacen en esas entidades federativas, sin embargo, la medición plantea que, al paso de los años, no ha sido posible superarla. Otras ciudades con menores recursos naturales reportan menor rezago en sus indicadores, como San Pedro Garza García (Nuevo León), Benito Juárez (CDMX) y Huépac (Sonora). Si bien desde “las otras miradas” de los fenómenos sociales se critica la estandarización de la información, no hay que perder de vista que el territorio es un elemento que se toma en cuenta y en él la cultura también juega un papel importante. Solo para reflexionar.

 

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