Por: Areli Luyando
No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla. Estamos próximos a las elecciones al poder judicial, para ser más exactos el primero de junio del presente año, 881 cargos se van a renovar, entre ellos 9 ministras o ministros a la Suprema Corte de Justicia de nuestro país pertenecientes al llamado máximo tribunal de impartición de justicia. La Suprema Corte, por su falta de cercanía al Pueblo, ha dado mucho de qué hablar no solo en los últimos años, sino a lo largo de la historia. La misma Corte Interamericana de Derechos humanos ha tenido que hacer recomendaciones por la notoria violación de derechos del Pueblo mexicano así como la falta de impartición de justicia.
Entre ellos tenemos el caso Ayotzinapa, 43 estudiantes sin justicia que nuestra memoria histórica como jóvenes no debe ni puede olvidar.
Además de ello, elegiremos 2 Magistraturas de las Salas Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como 15 Magistraturas de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Estos son igualmente importantes pues estos cargos se encargan de velar por el voto ciudadano y constar la veracidad de las elecciones; una vez más la historia nos recuerda los grandes fraudes electorales en los que el tribunal electoral no supo resolver.
En el caso de las Magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial, su relevancia es tan importante ya que ellos investigarán y sancionarán prácticas contrarias a la Constitución y la Ley que cometan las y los Jueces, las y los Magistrados, las y los ministros. Este tribunal antes estaba en manos de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); es decir, que ellos eran juez y parte, por lo que nunca sancionaban sus malas prácticas.
Finalmente 464 Magistraturas de Circuito y 386 jueces de distrito, que son la primera instancia en resolución de conflictos materias civil, laboral, penal, administrativa, entre otras para la protección de los derechos de las personas.
En resumen, una elección inédita e histórica en el país en la que por primera vez se transparentara la trayectoria, estudios y resoluciones de cada uno de los expertos en derecho que aspiren a un cargo, sin embargo, como todas las elecciones, representara un reto para la ciudadanía conocer y votar de manera correcta en estas elecciones.
Según datos del Instituto Nacional Electoral (INE), para las elecciones federales de 2024 en México, el padrón electoral incluía aproximadamente 25 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años, lo que representaba alrededor del 30% de la lista nominal del país, será deber de las juventudes marcar pauta e instruir a las generaciones anteriores, así como a las venideras del poder de esta elección, se pondrá en juego la congruencia de la ciudadanía al ejercer su derecho y obligación constitucional.
En los últimos meses, la oposición ha dicho que es mejor no votar. Esta declaración no es sorprendente, porque están acostumbrados a subestimar al Pueblo mexicano y anteceden su derrota al perder tiempos de privilegio donde tenían las manos enteras en el poder judicial.
Al contrario de su planteamiento, yo creo que es el momento justo de demostrar el amor y responsabilidad con nuestro país, así como el deseo de justicia a la que nos llevó un sistema judicial roto, que ha estado corrompido y viciado por años.
No se necesita ser abogado o estudiante de Derecho para reconocer que incluso como especie de mandamiento se instruía que: “Un buen abogado conoce la ley, pero el mejor abogado conoce al juez”. Por años el sistema fue así, solo la población con un nivel socioeconómico que pudiera costear lo que significaba un pleito legal o contar con algún compadrazgo era la que accedía a justicia, si es que así se le podía llamar.
Por otro lado, es una narrativa hipócrita querer lo mejor para el país sin involucrarse en el ejercicio y la toma de decisiones. Los jóvenes por años hemos estado involucrados en grandes movimientos que han impulsado revoluciones, sin lugar a duda nos encontramos frente una deuda histórica que el poder judicial debe subsanar, el primero de junio la juventud debe llegar a las urnas con los 43 en mente, con radilla pacheco, campo algodonero o las muertas de Juárez, como Pueblo y como deber de esta nueva generación el reto estará en informarse, votar y escribir una nueva historia para nuestro país, hasta que la justicia sea para todos.
Licenciada en Derecho y maestra en Derecho Constitucional y Amparo. Ha trabajado en la SCJN, la SRE y la Cámara de Diputados. Coordina Relevo Generacional a Nivel Nacional y promueve el liderazgo juvenil con enfoque en derechos humanos, inclusión y transformación social.