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Poder vs. fuerza: no somos iguales

Existen dos proyectos encontrados de las candidaturas que repuntan rumbo a la elección presidencial, por la continuidad de la Cuarta Transformación frente al retorno del olvido de la pobreza enmarcado por un corazón de fuerza. Estos proyectos, claro está, son encabezados por dos mujeres en la contienda presidencial rumbo al 2 de junio: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.

Las palabras importan y que el pasado recurra a la palabra “fuerza”, lejos de ser novedoso, es lo que se espera de ellos y de ellas, las que aspiran a ser como ellos. En cambio, el poder de transformación que emana del Pueblo soberano desde su despertar en 2018 plantea una continuidad de un tomar en serio el mandato constitucional y convencional a favor de los derechos y el equilibrio de poderes.

En este contexto también los perfiles importan. Quiénes van a las candidaturas de la Cuarta Transformación y que puedan consolidar un proyecto que comprenda la diferencia entre fuerza y poder. Fuerza, como sinónimo de violencia y poder, como resultado de consensos, de la capacidad de entablar diálogos con quienes saben, pueden y trabajan consistentemente para la transformación de la arquitectura institucional que bastante urge al Estado Mexicano de cara a un mundo cada vez más complejo y de escasez.

Por eso, comprender que quienes se han sumado a los dos grandes bloques de cara a una nueva transición pacífica del poder lo hacen defendiendo un proyecto de violencia frente a otro de consensos es importante. Después de la elección ese es el parámetro con el que el Pueblo va a evaluar a quienes le representan.

A diferencia de 2018, cuando no se contaba con un parámetro de comparación, porque el PAN gobernó con la escuela neoliberal del “nuevo” PRI, este 2024 ofrece al Pueblo, sobre todo a las nuevas generaciones, una oportunidad para consolidar la Transformación que ha elevado a rango constitucional los programas que vuelven a los derechos una realidad. El equilibrio entre conocimiento y sensibilidad es el reto para las opciones que Morena, Verde y PT han de ofrecer con alianzas estratégicas desde lo local.

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