El próximo 9 de noviembre, el Presidente más importante de la historia moderna de México, Andrés Manuel Lopez Obrador, acudirá a la Asamblea General de la ONU para hablar del tema que más daño ha ocasionado a las sociedades: la corrupción. Se trata de un tema incómodo a las élites pero que es lo que más desigualdad ha generado en México y en todo el mundo.
Quienes menos tienen son quienes más sufrirán a corto y a largo plazo las consecuencias de la corrupción, esa es la razón por la que el Presidente López Obrador ha emprendido una lucha para combatirla, ya que solo así se podrá ayudar a quienes menos tienen y romper la brecha de desigualdad que tanto daño ha ocasionado a nuestro país.
México es ejemplo de lo que se puede lograr en el corto plazo si se decide combatir la corrupción: al día de hoy, 7 de cada 10 familias reciben algún programa social, los adultos mayores reciben una pensión, los estudiantes reciben una beca, se inauguran universidades, se han cultivado más de 500 mil hectáreas y con la pandemia se aseguró que las vacunas llegaron a cada rincón de México. Todo esto ha sido posible gracias a la estrategia del Presidente de implementar una economía incluyente a favor de quienes menos tienen y de acciones estrategias como el combate a la descomposición que había en la administración pública.
Si las naciones quieren mayor igualdad y desarrollo, es necesario que el combate a la corrupción se convierta en el eje central de sus acciones y parte de su plan de gobierno. Andrés Manuel siempre tuvo claro esto y esa es la razón por la cual en México se está haciendo más con menos y por la cual las brechas de desigualdad cada vez se rompen más.
Este 9 de noviembre el mensaje será claro: si queremos sociedades donde nadie se quede atrás y haya mayor desarrollo social debe existir un compromiso para combatir la corrupción y la desigualdad.