"Los pueblos son más fuertes que la economía" Salvador Allende. Los conservadores y los adversarios del Gobierno federal tienen la ingenua idea que la economía se sigue manejando por “la mano invisible” como aquellos economistas liberales del siglo XVIII, y que también los cambios estructurales se dan por arte de magia de la noche a la mañana. A partir de los datos publicados el pasado 30 de enero por el INEGI (acerca del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2019, con respecto al 2018, en donde decreció -0.1%), los detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador, afirman una máxima de la teoría económica convencional neoclásica (neoliberal): “puede haber crecimiento sin desarrollo, pero no puede haber desarrollo sin crecimiento”. Esta afirmación es debatible porque se pierde de vista un factor importante: la corrupción en el aparato gubernamental. Por esta razón, si se empieza a “limpiar la casa” y se cambia el régimen económico establecido, junto con una política económica de distribución más equitativa de la riqueza, podemos decir que puede haber desarrollo sin crecimiento. Para comprender este fenómeno económico en el nuevo Gobierno, es necesario plantear los siguientes puntos: A) Hoy en día, y desde el 1 de diciembre del 2018, se planteó una nueva política económica de trasferencias gubernamentales (programas sociales y apoyos al campo) que rompen el carácter populista y clientelar de los gobiernos anteriores porque es de carácter universal y de manera directa. Se pretende que en este año se convierta en un derecho constitucional, como sucede con la renta básica universal en algunas regiones de Europa, donde no se condiciona la suma de dinero que se entrega a la ciudanía, pues el objetivo es que no se trafique con los programas para condicionarlos con un partido político. En lo que va del sexenio van 15 millones 563 mil 941 beneficiarios en todo el país (datos obtenidos de la Secretaria del bienestar) lo que significó un aumento del 1.3% en el consumo de los hogares en 2019 con respecto a 2018 (datos del Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interno del INEGI). B) La implementación de un nuevo régimen económico es un proceso constante que no se refleja de manera inmediata, pero sí se presentan ciertos cambios que se reflejan en los parámetros de medición de las estadísticas de la economía nacional. México, en el periodo neoliberal, tenía un crecimiento económico, principalmente por la adquisición de deuda a inicios o finales de sexenio, lo que permeaba en uno de los componentes del PIB, como lo es el gasto gubernamental. Esa deuda era sometida a la inversión pública o destinada a usos indebidos (corrupción). Uno de los principios de este nuevo Gobierno es la no adquisición de deuda, una de las estrategias para concentrar los gastos de gobierno y buscar el mayor ahorro de los gastos superfluos, despilfarros. El Contener el gasto del aparato gubernamental se reflejará de manera tajante en los movimientos del PIB, por ser uno de sus componentes. Lo anterior explica por qué el año pasado fue el año de “limpiar la casa”, es decir, la reducción de la obsoleta y obesa burocracia, inundada de compadrazgos y que derivó en desvíos exorbitantes, con casos de corrupción descomunales, como lo fue la documentada “estafa maestra”. Por lo tanto, para poder subsanar todo el despilfarro, se buscó la modalidad de las compras consolidadas desde la Oficialía Mayor de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCyP), que distribuye el recurso hacia las secretarías, para buscar el mayor ahorro y limpiar de impunidad y corrupción a cada dependencia gubernamental, obteniendo así, en lo que va del sexenio, un ahorro de 230 mil millones de pesos, respecto de la administración pasada (datos oficiales). Se pretende que en este año ya no exista una concentración del recurso y bajar el presupuesto para las inversiones públicas y mega proyectos como el Tren maya, el Tren intrersísmico, la refinería de dos bocas, las universidades Benito Juárez, las obras de infraestructura de caminos y puentes, entre otras. Teniendo claro lo anterior, hablemos de logros concretos de este nuevo régimen económico puesto en marcha: 1) Es la primera vez en 30 años que el salario mínimo ha tenido un doble aumento significativo: en el primer año del sexenio un 16% (63% en zonas fronterizas) y en el siguiente un 20% (3% en zonas fronterizas), sobre lo ya aumentado. Esto llevó a un incremento del poder adquisitivo de la población a más del 30%, según datos oficiales. 2) La inversión extranjera directa (IED), en el periodo enero-septiembre de 2019, tuvo un flujo que abundó alrededor de 26,055.6 millones de dólares, es decir, 8.7% más con respecto al año anterior; fue la segunda cifra más alta acumulada para un periodo enero-septiembre desde 1999, sólo superada en 2013. Este fenómeno se originó por el impulso de los programas sociales que llevó al aumento anteriormente señalado del consumo por hogar, teniendo como resultado un mayor volumen de circulante en el mercado interno. 3)Es la primera vez en 5 sexenios que se tiene contenido el precio del dólar ante el peso, con variaciones mínimas entre la compra y la venta: una variación que oscila en el -0.28%, con un fortalecimiento del peso. 4) Se está fomentando una política nacional de hidrocarburos para el rescate de PEMEX y la CFE, buscando la soberanía energética para que estas dos empresas paraestatales sean la palanca del desarrollo. La inversión para PEMEX en este año es de 332 millones 604 mil pesos, para la CFE 51 millones 124 mil pesos y para la Secretaria de Energía (SENER) 46 millones 256 mil pesos, que equivalen al 56.6% ramo de inversión del presupuesto federal para este año. 5) El precio real de los energéticos no ha aumentado, sólo sus variaciones en el mercado; se han observado reducciones como la del 7.6% con respecto al año anterior en el precio del gas LP, en noviembre de 2019. 6) La tasa de interés activa (inversión) por dos periodos consecutivos (en este sexenio) se ha reducido con el fin de mantener el poder adquisitivo de compra de la moneda nacional y para tener mayor grado de seguridad de los inversionistas y así tengan capacidad de apalancamiento en la reducción de costos para la producción de sus mercancías. 7) Por primera vez en 30 años se tiene la inflación promedio anual en 3.64% (datos del Banxico), teniendo en cuenta los apoyos de los programas sociales y los aumentos anuales consecutivos del salario mínimo. Esto se puede traducir a un mayor acaparamiento de adquisición para los hogares, en pocas palabras: mayor consumo de bienes y servicios. Todo lo anterior demuestra que la implementación de un nuevo régimen económico está generando frutos. Existe una mayor distribución de la riqueza que da como resultado bienestar social hacia la población. Debemos de estar atentos al proceso de cambio y tener en cuenta que para dejar bien asentado un régimen económico se lleva tiempo: debe primero morir el régimen anterior para que se instaure el nuevo, es una batalla en la que debemos poner lo público antes que lo privado. “Porque la casa se limpia todos los días”.
Antonio Castro, Colaborador del espacio colectivo La Comuna. Oriundo de la ciudad de Saltillo. Es un fiel opositor del sistema capitalista; militante febril del obradorismo. En pie de lucha desde el fraude del 2006.
@antoniolcastro