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Revoluciones de sabores

Desde que fue convocada una marcha apartidista y ciudadana bajo la consigna de que “El INE no se toca” para el 13 de noviembre de 2022, fue evidente que la estrategia de la oposición para la contienda electoral de 2024 optaría por el activismo de colores[1] para un cambio de régimen por medio de un golpe blando. Sin embargo, la Marea Rosa no generó la efervescencia ciudadana que ellos esperaban, porque en el México de hoy se garantizan las libertades ciudadanas, y como no se reprime ni tampoco hay censura, no existen las condiciones de descontento social que estos movimientos injerencistas necesitan para funcionar.

Cuando el Comisionado Presidente del INE, Lorenzo Córdova, organizó su gira de despedida por Washington en marzo de 2023[2], visitando las agencias del Departamento de Estado y las ONGs que financian al entramado de organizaciones de la sociedad civil, que encabezan la Marea Rosa en México, quedó clara la tutela de los EEUU sobre el INE[3]. Con esto ya no sorprendió a nadie que quien fuera árbitro electoral por nueve años se terminara convirtiendo en orador único[4] de una de sus marchas por la democracia, ni cuando el movimiento se quitó la máscara ciudadana para apoyar la candidatura de Xóchitl Gálvez.

Sin embargo, ante el inminente fracaso electoral, la oposición recurre a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para desatar una guerra judicial y forzar un cambio de régimen.  A lo largo del sexenio, la SCJN ha suplantado las funciones del Congreso de la Unión al inventar el concepto “Democracia Deliberativa” para invalidar 74 leyes y reformas[5]. Si esto es de por sí muy grave, porque atenta contra la división de poderes —el principio fundamental de los sistemas democráticos— la relación entre las máximas instituciones del país se ha degradado por los métodos intimidatorios que ha utilizado Norma Piña desde que relevó a Arturo Zaldívar en la Presidencia de la Corte en enero de 2023.

Hace un año el presidente de la mesa del Senado de la República, Alejandro Armenta Mier, denunció amenazas de la ministra Piña por medio de su herramienta de jurisprudencia favorita: mensajes de WhatsApp a altas horas de la noche[6]. En agosto pasado la presidenta de la SCJN arremetió de nuevo contra Armenta amenazando con violentar el proceso electoral: “sin aumento a presupuesto del PJF, elecciones de 2024 no serán pacíficas”[7]. Y de nuevo en diciembre para ejercer presión sobre el magistrado electoral Felipe Fuentes, un funcionario del Poder Judicial cuyo futuro dependerá de Norma Piña, en un intento de evitar la remoción de Reyes Rodríguez Mondragón, el Presidente del Tribunal Electoral[8].

La suspicacia de que el Poder Judicial quiere aplastar la voluntad popular anulando las elecciones, derivada de la reunión clandestina de la ministra Norma Piña con tres magistrados del Tribunal Electoral y el presidente nacional del PRI el pasado 12 de diciembre[9] se hizo aún mayor al día siguiente que se supo del citado encuentro, cuando otro miembro del Poder Judicial, el juez de Distrito del Estado de México, Marco Antonio Beltrán Moreno, envió un mensaje de auxilio a los Estados Unidos y la ONU, alertando que la “democracia mexicana está en peligro”[10].

Con la Revolución de Colores se cubrió el primer paso de un golpe blando; la protesta. Transcurridas las elecciones estamos por enterarnos si Norma Piña logró comprar suficientes voluntades en el Tribunal Electoral para anular las elecciones, en espera que se generen las condiciones que justifique la intervención, y consumar así el cambio de régimen. De ser el caso estaríamos ante una nueva variante de golpe blando, en donde la presidenta de la Corte chantajea ministros por WhatsApp, amenaza con violentar el proceso electoral, se impone al legislativo apoyando a las minorías empresariales alineadas con el sistema financiero internacional y anula la voluntad popular. La primera de las Revoluciones de Sabores, la versión mexicana, tendrá sabor a piña.

Lo que nos falta conocer es si el Tribunal Electoral tendrá los argumentos jurídicos para justificar la anulación de los comicios con los resultados apabullantes de las elecciones, porque la narrativa de la sospecha de la democracia ya la conocemos: que, si bien la candidata de Morena obtendrá la mayoría de los votos, es porque están engañados por el Presidente o cooptados por los programas sociales. Ante esta amenaza es la esperanza y el entusiasmo de las mayorías la que va a prevalecer. Porque en juego está la justicia social por la que luchamos quienes buscamos la transformación pacífica de la vida pública de México.


[1] De la Revolución de las Rosas a la Marea Rosa: los riesgos del activismo de colores – El Soberano

[2] ¿Cuotas de la NED en el IFE/INE? — El Independiente

[3] EU sigue financiando a opositores del gobierno de AMLO: Aníbal García

[4] Lorenzo Córdova, orador único en marcha para defender la democracia – El Financiero

[5] De facto, Suprema Corte decide el régimen político de México: ministra Lenia Batres

[6] Ministra Piña reconoce que escribió mensajes a senador Armenta; afirma que no hubo amenazas – Semanario ZETA

[7] Sin aumento a presupuesto del PJF, elecciones de 2024 no serán pacíficas: Norma Piña

[8] Revelan MENSAJES que evidencian reunión de élite del PJF

[9] Norma Piña reunió en cena privada a la cúpula judicial – Grupo Milenio

[10] Juez envía mensaje a EU y ONU; alerta que “la democracia mexicana está en peligro” | El Universal

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