Veracruz se encuentra en un momento crucial de su historia política, y la candidatura de la ingeniera Rocío Nahle representa la esperanza y la continuidad del proyecto de transformación iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con una trayectoria ejemplar y un compromiso inquebrantable con el bienestar de las y los veracruzanos, Rocío Nahle es la única opción capaz de llevar a nuestro estado al siguiente nivel de desarrollo y justicia social.
Cada rincón de la República se está cubriendo de vino y Veracruz no es la excepción. El triunfo de Rocío Nahle marcará un cambio significativo en la política de nuestra entidad. Con su liderazgo y visión, está destinada a continuar el legado del Humanismo Mexicano, enfocándose en desarrollar un gobierno digno para todas y todos.
Rocío es una figura que representa de manera sólida el trabajo y la dedicación de las y los veracruzanos. A pesar de los ataques de la oposición, la guerra sucia y la campaña en su contra por parte de quienes intentan desacreditarla a causa de la desesperación que les provoca ir abajo en las encuestas por la falta de un proyecto y una gran desconexión con el electorado, la ingeniera Nahle ha consolidado su arraigo y amor por esta tierra, como también todo el cariño que todas y todos le tenemos en Veracruz.
Su proyecto no solo representa continuidad, sino una mejora sustancial en la calidad de vida de todos los habitantes del estado. Su experiencia como secretaria de Energía, donde lideró la construcción de la refinería de Dos Bocas, símbolo de autosuficiencia energética, es testimonio de su capacidad para gestionar grandes proyectos que benefician a la nación.
Los ocho ejes en materia de educación, salud, desarrollo económico y social, turismo y cultura, infraestructura, bienestar, apoyo al campo y seguridad, mismos que ha presentado a lo largo y ancho de nuestra entidad federativa la han llevado a visibilizar las necesidades y prioridades de la población, así como poner en alto el nombre del Movimiento de Regeneración Nacional. Este tipo de liderazgo, el del trabajo en territorio, el de llevar la información casa por casa, municipio por municipio, es precisamente lo que Veracruz necesita para avanzar en la construcción de un mejor futuro.
La victoria inminente de Rocío Nahle también simboliza la lucha por la equidad de género en la política. En un ámbito que históricamente ha sido acaparado por hombres, su candidatura representa un avance significativo hacia la inclusión y la representación de todas las mujeres en los niveles más altos de decisión política desde una perspectiva de izquierda. Es el momento de mujeres transformadoras que impulsan el cambio, y Nahle está preparada para convertirse en la primera gobernadora en la historia de Veracruz.
La batalla política en nuestro estado no es solo una contienda electoral, es una lucha entre el pasado y el futuro, entre la corrupción y la esperanza. Rocío Nahle representa la promesa de un cambio profundo, una administración que prioriza los derechos humanos y el bienestar de todas y todos los veracruzanos, una velita de esperanza para todas las mujeres. Su liderazgo garantiza un gobierno que no solo continúa la Transformación, sino que lleva a nuevos niveles de desarrollo, justicia social y equidad.
Estamos ante una oportunidad histórica en la que podemos optar por un futuro lleno de esperanza y transparencia, dejando atrás la sombra de quienes han saqueado y vulnerado al pueblo, de quienes han querido cambiar la vida pública por la esfera política de unos cuantos, de quienes han querido volver para convertir hereditario el poder.
Este es el momento de reconocer y apoyar a las mujeres que están listas para liderar y transformar nuestra sociedad con visión y determinación. Es tiempo de abrazar la justicia y la equidad, y de inaugurar una nueva e histórica etapa para Veracruz.