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Sembrando Vida a lo que se relegó por años

Por: Violeta Peón

La mayoría de nosotros ha escuchado hablar respecto al programa “Sembrando Vida”, uno de los más importantes y trascedentes de la Cuarta Transformación. Tiene diversos objetivos, que van desde un desarrollo social, económico, agroecológico y de un bienestar hasta el cuidado del medio ambiente.

Durante la era neoliberal más devastadora de México, encabezada por el Partido Revolucionario Institucional y por el Partido Acción Nacional, se incrementó de manera severa la pobreza, la marginación, la desigualdad y el desequilibrio ecológico. El cultivo y la comercialización de las semillas, los frutos y la madera fueron severamente explotados; eran comunidades obligadas trabajar en horarios fuera de la ley y con sueldos bajos quienes se encargaban de mantener la producción de los cultivos, mientras que las grandes corporaciones se llevaban la mayor parte de la ganancias —en conjunto con gobiernos abusivos que siempre vieron por sus intereses personales y jamás por los intereses del Pueblo o de la naturaleza—. 

Este gran programa es uno de los proyectos esenciales de la gestión del actual Presidente de la República; es coordinado por la Secretaría de Bienestar y tiene una serie de características y requisitos, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Por un lado, se busca combatir la pobreza mediante favoreciendo el empleo de las personas desfavorecidas que habitan zonas rurales; por otro lado, busca combatir el cambio climático a través de la reforestación, para que el año 2024 estén sembradas un millón de hectáreas de árboles de tipo frutal, maderables y de especias. El programa consiste en otorgar este tipo de semillas con el objetivo de que los campesinos cultiven sus parcelas, aunando una aportación de $5,000.00 mil pesos mensuales para apoyarles en el proceso de reforestación, producción y comercialización. 

Sembrando vida tiene cobertura en 19 entidades federativas; para obtener los beneficios del programa, se requiere: ser sujeto agrario —o sea ejidatario— mayor de edad, que habiten en localidades rurales, que tengan un ingreso inferior a la línea de bienestar rural y que sean propietarios o poseedores de 2.5 hectáreas disponibles siembra y cultivo.

Infortunadamente, la desigualdad en la era del auge neoliberal aumentó a porcentajes descontrolados, lo que ha ocasionado la migración, la violencia y una gran pobreza en México. Las comunidades rurales siempre estuvieron rezagadas, abusadas y violentadas. Con la llegada de este programa se ha podido ayudar a casi medio millón de campesinos que anteriormente se encontraban en el olvido, la marginación y la desesperanza; asimismo, con Sembrando Vida se está aportando bastante para combatir el cambio climático —por la gran reforestación que se espera en pocos años y que ayudará a capturar el dióxido de carbono, que es el que provoca un mayor calentamiento de la Tierra—. Como se puede ver, es un programa que tiene muchos beneficios: se reforesta, se produce, se genera empleo, se cuida el medio ambiente y se arraiga a la gente a su comunidad, evitando la migración.

Sí aún nos gobernasen los simuladores, este programa no existiría, no se estarían ayudando a medio millón de campesinos ni impulsando el trabajo de campo, ya que las grandes corporaciones y los gobiernos corruptos seguirían favoreciéndose de la mano de obra de los comuneros, a costa de la explotación y marginación de quienes saben trabajar la tierra y de quienes buscar una mejora social y medioambiental.


@VioletaNatalia9
Cuasi Abogada. Ambientalista, apasionada por la Naturaleza. Igualdad, libertad y fraternidad.

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