Pluma Patriótica

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Sheinbaum frente a Trump

El desafío de Claudia Sheinbaum frente al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump no es menor. La retórica «trumpista» se encuentra revestida de cierta legitimidad en el país del norte y lo llamativo es el poder económico, Elon Musk, por mencionar un ejemplo, quien llega a cubrir ese espectro político-social que representa el nuevo presidente estadounidense.

El discurso actual del virtual mandatario estadounidense no es nuevo; es consistente con su aparición espontánea a los escenarios que lo proyectaron a la presidencia en 2016. Abarca desde el ultranacionalismo hasta el liberalismo de mercado extremo. Es una recombinación de sentimiento M.A.G.A. (Make America Great Again), con la profusión de valores individualistas, del sueño americano y la meritocracia aderezada con un lenguaje «bully». Sin duda está todavía fuera de los estándares de la «política tradicional» estadounidense que ya se había convertido en un buró de tecnócratas, tanto de republicanos como de demócratas.

Queda claro, también, que para el éxito de este discurso alguien tendría que tener la culpa de los “males” que aquejan a la sociedad estadounidense, los cuales son señalados en ese discurso: la ideología «woke» (regularmente referida a la defensa de los movimientos identitarios en Estados Unidos, tales como la lucha contra el racismo y la defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ+, principalmente), la frialdad con la que se toman las decisiones políticas en EE. UU. y la migración (con ella el tráfico de drogas, según esta narrativa).

Ante esta avalancha, en días pasados, Donald Trump anunció que impondría un arancel del 25% a los productos provenientes de México, aplicado desde el primer día que llegue a la presidencia, logrando el aplauso de seguidores, pero sin meditar las consecuencias económicas y sociales que traería dicha medida para ambas economías.

Ante este dicho, el actuar de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, no es errático. La reciente carta enviada por parte de la mandataria mexicana a Trump denota, en el fondo, la política practicada por el movimiento estudiantil de 1987, del cual Sheinbaum fue dirigente, el C.E.U. (Consejo Estudiantil Universitario): La fuerza de la razón. Hace honor a su formación política.

En esta misiva, Sheinbaum enfatiza que: «A un arancel, vendrá otro en respuesta», así como una reflexión sobre la reducción de la migración irregular en masa hacia el país del norte y las consecuencias que tendrían a las empresas, tanto estadounidenses como mexicanas, la aplicación de un arancel. Ambas naciones se verían afectadas y quienes pagarían los “platos rotos” de esta decisión serían los consumidores; es decir, la gente.

Aunado a esto, Claudia Sheinbaum enfatizó de manera importante que el ciclo de violencia bajo el cual se encuentra nuestro país —los muertos los ponemos nosotros— en parte se debe a que la capacidad armamentista del crimen organizado es provista desde los Estados Unidos,  es decir que un porcentaje muy significativo de las armas incautadas provienen de ese país.

Por tanto, de fondo, la respuesta de México es un llamado al diálogo y entendimiento para la solución de los conflictos o dirimir las diferencias; sensato frente a la eventual presidencia de Trump y su retórica amenazante.

El T-MEC es el instrumento que ha permitido que la economía mexicana se fortalezca en un contexto de globalidad y de un mundo multipolar —recordemos la presencia de China en el mercado global—. No obstante, su basamento es neoliberal; es decir, su concepción primaria se fundamenta en el liberalismo de mercado.  El llamado de Trump en este sentido es nacionalista, pues llama a fortalecer la industria doméstica, tratando de retener los empleos en Estados Unidos en detrimento de la mano de obra proporcionada por la migración legal e irregular. Por eso, sostengo que su narrativa es una recombinación de nacionalismo y valores liberales en lo que concierne a la competencia, individualismo y meritocracia.

México, nuevamente, hace uso de la razón, solicitando al virtual presidente estadounidense que reconsidere sus políticas, pues tendrían efectos adversos para ambas naciones, cuyo principal efecto inmediato sería una escalada inflacionaria, sobre todo en los Estados Unidos. Asimismo, es un llamado a la cordura y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.

El discurso choca con la realidad; eso sucede cotidianamente en la política, el arte consiste en saber sobreponerse a esas realidades para transformarlas. El llamado de México por la razón es un indicativo de que nuestro país está defendiendo los intereses nacionales y que, ante este anuncio, se crea una unidad nacional. Eso es importante y debe serle reconocido a la mandataria mexicana.

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