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Sheinbaum lidera victoria popular, ¡arde el Zócalo!

Veo en los aranceles impuestos unilateralmente por Donald Trump a México un nuevo capítulo del intervencionismo imperialista que busca someter a nuestra nación a los intereses del capital estadounidense. Esta medida, que intentaba agravar con un 25% las exportaciones mexicanas, no solo rompe con los principios del libre comercio que tanto defienden los neoliberales cuando les conviene, sino que representa un ataque directo a la soberanía económica de México y a la dignidad de su Pueblo. Trump, fiel a su discurso chauvinista, justifica esta agresión con pretextos como el tráfico de fentanilo y la migración, ignorando que estos problemas tienen raíces profundas en la desigualdad global que su propio país ha perpetuado. Es una maniobra más del gran capital para mantener a México en un papel subordinado, mientras las empresas trasnacionales, muchas de ellas gringas, se benefician de nuestra mano de obra y recursos.

Este episodio evidencia la asimetría en la relación bilateral. La Presidenta Claudia Sheinbaum, manteniendo un tono respetuoso pero firme, reiteró que la solución no está en imposiciones ni en cerrar fronteras, sino en la cooperación y en atender las causas estructurales de la migración y el narcotráfico, como la pobreza y la desigualdad, temas que el progresismo mexicano prioriza frente a la mano dura trumpista. Aunque Trump elogió la llamada y descartó aranceles inmediatos, su discurso sigue cargado de unilateralismo, ignorando la corresponsabilidad de Estados Unidos en estos problemas. Este intercambio subraya la necesidad de fortalecer la autonomía de México frente a las presiones del capital y el poder estadounidense. Sheinbaum, al evitar una guerra comercial y ganar tiempo, demuestra una estrategia pragmática, pero el desafío persiste: construir una relación de iguales en un contexto donde el imperialismo económico y político de Trump busca subordinar a México. La lucha por la soberanía y la justicia social sigue siendo el horizonte, más allá de las treguas momentáneas.

Es por ello que la Presidenta Claudia Sheinbaum convocó al Pueblo mexicano a una asamblea para celebrar un triunfo de la soberanía nacional: tras un diálogo firme y respetuoso con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se logró suspender hasta el 2 de abril los aranceles del 25% impuestos unilateralmente a las exportaciones mexicanas. Este acuerdo, alcanzado el jueves previo, fue presentado como un logro colectivo del gobierno y del Pueblo, reafirmando que México no se doblega y que la cooperación con Estados Unidos debe basarse en la igualdad.

La Presidenta destacó los avances en seguridad, como la reducción del 41% en el cruce de fentanilo gracias a las Fuerzas Armadas, y llamó a la unidad para fortalecer la autosuficiencia alimentaria y energética, una bandera histórica de la izquierda. Además, reafirmó el compromiso con la elección histórica del Poder Judicial el 1 de junio, un paso hacia la democratización que el Pueblo respalda.

El evento del cual fuimos partícipes reunió a entre 200 y 300 mil personas, tuvo un tono festivo con música tradicional, reflejando la fuerza y alegría del Pueblo movilizado.

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