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Somos o no somos, urge definirnos

Por: Erik Sandoval

Durante su discurso en el zócalo capitalino el pasado primero de diciembre, el Presidente hizo un llamado que es digno de no dejar en el ambiente: “Ser de izquierda es anclarnos en nuestros ideales y principios, no desdibujarnos, no zigzaguear.” ¿Cuántos de los ahí presentes atenderán ese llamado o, por lo menos, lo mantendrán en la discusión interna de morena?

Esta frase no es hueca ni es aleatoria, tiene un destinatario, un por qué y un para qué. En la antesala de lo venidero para Hidalgo y los demás estados que van a elegir gobernador debe ser la guía para determinar, más allá de los mecanismos internos de selección, el perfil que mejor represente la lucha histórica que supo aglutinarse en Morena. Ese fragmento del discurso engloba todo lo que se necesita para profundizar la transformación en un estado como el nuestro, donde la hegemonía del PRI ha traído resultados funestos; es un imperativo ético que debe atenderse por parte de quienes tienen la decisión para elegir a quien nos representará en la contienda electoral. Titubear en los ideales y principios es poner en riesgo el verdadero cambio que Hidalgo necesita.

Es un error pensar que el simple hecho de pertenecer a Morena ya dé por sentado que la definición de izquierda se adhiera a las personas. Ejemplos tenemos muchos y de los más variados. Debemos entender que dentro del partido hay dos posturas confrontadas, que hay dos alas representadas en la alta cúpula que tienen visiones diferentes de lo que la cuarta transformación debe ser; que esos dos espectros se debaten entre la izquierda y la derecha dentro de un partido que no ha podido definirse por sí solo y en el que convergen dos posturas antagónicas y, como en toda la historia, en esta lucha de contrarios una va ganando y la otra va perdiendo.

De ahí la importancia de que la frase de Andrés Manuel López Obrador no se quede solo en el eco de una pletórica tarde capitalina, sino que se eleve en las conciencias de la militancia y, sobre todo, de la dirigencia. Se define en nuestro estado el futuro de la población hidalguense y en ese objetivo no se puede vacilar a la hora de ofrecer un proyecto verdadero y sustentando en principios inflexibles y demostrables. La opción real para el cambio difícilmente se obtendrá de quienes han sido beneficiados de alguna u otra forma por el actual régimen, necesitamos ir al proceso electoral con un perfil distinto que esté formado en la mística del movimiento y bajo los principios transformadores.

La izquierda institucionalizada tiene toda una historia digna de recordarse, pero también pasajes que han demostrado lo que puede llegar a ocurrir si imperan los intereses individuales sobre los colectivos, el gran ejemplo es el PRD, esa es la ruta que morena no debe de seguir. Parte del fracaso del otrora partido de izquierda es la falta de definición ideológica y de su práctica, porque decirlo es una cosa y hacerlo es otra.

Definirse es clarificar la ruta, es mostrar que existe una alternativa real a la forma de hacer política y gobierno en nuestro estado, es enfrentar el cacicazgo y la hegemonía sin medias tintas. El ejemplo está dado a nivel nacional, hay que ser consecuentes y congruentes.

Morena es un partido que tiene militantes de izquierda, pero también los hay quienes se recargan a la derecha, son necesarias las voces divergentes dentro de un instituto político siempre y cuando el objetivo sea el mismo, acá, en este pequeño espacio donde algunos construimos la utopía, hay objetivos distintos y para dar la batalla, hay que empezar por definirse.


@erikwanza
Activista político y cultural en diversos colectivos de promoción, creación y difusión cultural a nivel regional, estatal y nacional. Actualmente en funciones organizativas y administrativas en la Escuela de Cuadros Gral. Felipe Ángeles (INFP) y coordinador editorial de Regeneración Hidalgo.

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