Por: Violeta Natalia
Existen 3 poblados de los Altos de Jalisco que corrían el riesgo de ser inundados con la construcción de una presa llamada “El Zapotillo” que pretendía llevar agua del río Verde a León, Guanajuato y a la zona metropolitana de Guadalajara.
Esta obra ha estado muchos años parada, ya que los habitantes de los pueblos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo llevan 15 años en resistencia contra la construcción y funcionamiento de esta presa. El proyecto inició desde 2005 en el sexenio de Vicente Fox y su construcción arrancó ilegalmente en 2009. El argumento y justificación para la construcción de la presa a una altura de la cortina de agua de 105 metros era que el agua abastecería a León, Guanajuato, a la zona metropolitana de Guadalajara y a la región de los Altos de Jalisco. Era una total mentira: esta presa desembocaría en Puerto Seco —también llamado “Guanajuato Puerto Interior”—, el centro de negocios más grande de América Latina, donde están en funcionamiento más de 30 empresas de 9 países de los sectores de calzado, metal mecánico, automotriz y plásticos, entre otros. Así se ve con claridad que esto iba a representar un negocio muy importante en la privatización del agua, donde los beneficiados iban a ser las empresas trasnacionales y nacionales, sin beneficio para las personas.
Jamás hubo alguna consulta a las comunidades sobre el proyecto, siendo que el mismo iba a ocasionar la inundación de 3 poblados. A algunos le parecerá poco significativo, pero la inundación traería de por medio no solo del patrimonio de los pobladores, sino su lugar de origen, sus raíces, su panteón —donde están enterrados sus difuntos—, sus iglesias, sus costumbres, sus tierras fértiles, su cultura, sus tradiciones, sus historias y sus recuerdos… Todo eso iba a quedar sepultado por la terrible intención de abastecer de agua al sector industrial, que ha dañado bastante tanto a las comunidades como a ecosistemas enteros, situaciones que han sido ocasionadas por la gran corrupción de los gobiernos neoliberales.
A los pobladores les prometieron el sol y la luna, principalmente su reubicación a un terreno llamado “Talicoyunque”. Les comentaron que dicho predio se habilitaría con las mismas condiciones que sus poblados, lo cual ha resultado una farsa: este centro de reubicación se encuentra a solo un 40% de construcción y no cuenta con servicios públicos, cuando se le ha destinado más dinero de lo establecido en un inicio. A muchos pobladores se les obligó a derrumbar sus casas y desplazarse a Talicoyunque; a otros se les amenazó que si no aceptaban la reubicación se quedarían sin nada. Han pasado por los poblados muchos políticos que han buscado colgarse de la situación, prometiendo apoyo y dando una puñalada por la espalda; por ejemplo, el diputado local de Jalisco Salvador Caro o el senador de Jalisco Clemente Castañeda, así como el actual gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y sus predecesores Francisco Ramírez Acuña y Jorge Aristóteles Sandoval. Todos ellos han sido oportunistas a quienes jamás les interesó resolver a favor de los pueblos o del medio ambiente; ha sido un proyecto plagado de corrupción, mentiras y robo.
La lucha de resistencia por la no inundación de los 3 pueblos tiene más de 15 años, mismos que no han sido fáciles para los habitantes, ya que la lucha les ha implicado situaciones complejas, de angustia, estrés, nostalgia y tristeza. Tuvieron que organizarse mediante la creación del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, donde mediante las asambleas comunitarias analizan, discuten y toman decisiones. Son Pueblos organizados que durante más de 15 años les han entregado su tiempo, esfuerzo y su valentía a una lucha que ha servido de ejemplo y de admiración para muchos mexicanos y extranjeros. Las comunidades se han esforzado desde el inicio para que existan otros modelos que abastezcan de agua y sean más empáticos con el medio ambiente, como, por ejemplo: la captación de agua pluvial, el tratamiento de aguas residuales, las detecciones de fugas de agua, entre otras. Esto ya hubiese podido resolver el tema y haberse implementado con el gran el dinero que se han robado del proyecto.
El fin de semana pasado fue una victoria más para los poblados, ya que pareciera ser que el tema está por resolverse a su favor. Andrés Manuel López Obrador visitó Temacapulín y la presa con la intención de llegar a un diálogo democrático para resolver el problema. El Presidente expuso en la visita que hay una propuesta que será planteada en unos días por el nuevo Director de la Comisión Nacional del Agua, la cual determina que puede estar en operación la presa en una altura de la cortina de agua que no ocasione la inundación de ninguno de los 3 pueblos y que, además, el trasvase que se planteaba construir para llevar agua a León, Guanajuato —específicamente para uso industrial— ya no será construido, por lo que el agua de la presa será para el abastecimiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara y para la región de los Altos de Jalisco, con un uso prioritario de forma doméstica. Si los poblados llegasen a aceptar dicha propuesta, se emitirá un decreto en el cual se establezcan las particularidades que tendrá la operación de la presa, así como dejará sin efecto el decreto en el cual se especificaba que la presa llevaría agua a León, Guanajuato. En caso de que los Pueblos la rechacen, y no quisieran que la presa esté en funcionamiento, se aceptaría la decisión y solamente se le destinaría dinero al proyecto para garantizar la seguridad de la cortina de agua.
Esta historia de resistencia es un claro ejemplo de que un Pueblo organizado puede ocasionar que sus exigencias sean escuchadas y que los intentos de desfavorecer a la población sean revertidos para lograr la justicia y la dignidad que todos y todas podemos reclamar, solo así, podremos alcanzar el país democrático que merecemos.
@VioletaNatalia9
Cuasi Abogada. Ambientalista, apasionada por la Naturaleza. Igualdad, libertad y fraternidad.