Es indignante la cantidad de recursos públicos que reciben los analistas anclados al pasado que cada lunes utilizan la televisión pública para hacerle campaña a la derecha. Es verdaderamente reprobable que los recursos públicos se utilicen para esto cuando la televisión pública debería ser cada vez más pública, y no un espacio para una “élite” que dice odiar al gobierno pero mes con mes recibe dinero público gracias a los programas en los que participan.
En un momento en que la televisión pierde cada vez más audiencia, cuando la gente está cada vez más informada y busca contenido de calidad para estar al día, es perjudicial para el programa «Primer Plano» tener un panel totalmente cargado a la derecha. Con voces tan atrasadas lo único que consiguen es que baje desproporcionalmente la audiencia.
¿Por qué canal Once permite eso cuando hoy en día hay tantas voces plurales y mentes abiertas? ¿Por qué siguen realizando un programa en donde no hay pluralidad de ideas y en donde una clara mayoría está ahí para defender un proyecto de derecha, que la mayoría de mexicanos no quiere?
La única mente abierta en ese programa es Lorenzo Meyer, quien siempre se ha destacado por su claridad y precisión. Canal Once debería abrir espacio a otras voces como Fabrizio Mejía, Jorge Zepeda Patterson, Abraham Mendieta, Violeta Vázquez, Nancy Flores, Álvaro Delgado, Viridiana Ríos o Pérez Ricart, entre muchos otros.
Es una afrenta que casi 5 millones de pesos del presupuesto público se vayan en los sueldos de personas que odian todo lo que es para el Pueblo.