Bajo la gestión de Adrián Alcalá y Blanca Lilia Ibarra, el INAI se convirtió en un nido de corrupción, nepotismo descarado, plazas fantasma, viajes de lujo sin autorización a destinos exóticos como Estonia, Japón y Bermudas, contratos turbios y pagos indebidos según lo revelado por la Auditoría Superior de la Federación en la revisión de la Cuenta Pública 2023. En lugar de transparencia, reina la opacidad y el despilfarro del dinero público.
