Una ruptura amorosa me llevó hasta las consagradas mesas de esta cantina, a unos pasos del Monumento a la Revolución.
Después de 10 años, mi novio y yo decidimos separarnos, así que mis amigas, para que no me diera la depre, me obligaban a salir de casa cada fin de semana.
Un sábado después del medio día llegamos a la zona y nos pareció que ahí había buen ambiente. Entramos con escasa expectativa: nada del otro mundo, más que comer y echar algunos tragos. Algo relax. Y, la verdad, nos llevamos una grata sorpresa.
Los 5 Caudillos es una cantina familiar con botana de sazón casero cuyo menú de tres tiempos va desde un buen caldo de pescado, sopa de médula, un arroz blanco o espagueti, hasta los platillos fuertes, como el pozole, la arrachera, pulpo al ajillo, chiles en nogada (en temporada) o chamorro. De ese nivel no bajan.
Los tragos también son tradicionales, pero están muy bien servidos. La atención de los meseros es de primera, nunca permiten que tu vaso esté vacío y son muy amables.
En cuanto al ambiente, les decía, por ahí de las 3 de la tarde en fines de semana comienza la variedad, con un cantante de música versátil que igual te pone a cantar a Juanga o a Amanda Miguel. Se rifa con los tonos de voz que alcanza, así que de pronto parece que la mismísima Paquita la del Barrio te está diciendo fuerte y claro: Rata de dos patas.
Pero no es todo, después desfila el grupo de rockabilly con todo el ritmo de los Teen Tops, los Camisas Negras, los Locos del Ritmo, Los Beatles, Elvis, Rolling Stones, y más.
Al final nos tocó un grupo de salsa y cumbia que nos puso las dolorosas de los Ángeles Azules; pero créanme, el ambiente estaba tan bueno que nunca me acordé de mi ex.
Los 5 Caudillos. Av. Plaza de la República 127-B, Tabacalera, lun-dom 12-3 h.
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