La Ley de Confianza Ciudadana pretende atacar las prácticas de corrupción y extorsión en las inspecciones a establecimientos comerciales y su aprobación está cercana, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La aplicación de dicha ley va en sintonía con el combate a la corrupción emprendido por su administración. En su conferencia matutina, el presidente explicó que con la intención de eliminar la fiscalización permanente de los inspectores en los comercios, que a su vez provoca extorsiones, las verificaciones pasarán a ser periódicas y el dueño del establecimiento tendrá la responsabilidad cívica de cumplir con sus obligaciones.
De esta forma, la fiscalización de los comercios se dará aleatoriamente, y si el establecimiento no está en regla con sus responsabilidades, éste será fiscalizado permanentemente. Sólo bajo ese supuesto.
De tener al corriente sus obligaciones, el dueño del establecimiento recibirá un reconocimiento por las Cámaras Empresariales y de Comercio. “Lo que queremos es que no haya corrupción ni arriba ni abajo y lo vamos a lograr poco a poco”, expresó el presidente.
López Obrador enfatizó que la corrupción ya está tipificada como delito grave, lo que fomenta que desde la administración pública se muestre un ejemplo distinto. Sus designaciones como jefe del Ejecutivo, ejemplificó, priorizan la honestidad y la trayectoria limpia de las personas para ser designadas.