Por: Jordan Castro González
Un espectro recorre Sonora: el espectro del populismo. Contra él, se han conjurado, en santa jauría, todas las potencias de un régimen que se niega a morir: los panistas de abolengo -el sector más acaudalado de la población-, priistas nostálgicos, algunos izquierdistas mercenarios y una sociedad civil que, desde el discurso de la supuesta pureza ciudadana, quiere seguir manteniendo el estatus quo.
El espectro del populismo se materializa en una invitación a que sea el Pueblo de Sonora el que pueda decidir su propio destino y cumplir lo que significa una verdadera democracia, una donde el Pueblo manda sobre el gobierno y este defiende su interés. Eso es una verdadera transición hacia la democracia, un suceso que no ha existido en nuestro estado realmente, ya que único cambio en el gobierno de Padrés fue la construcción de una presa en su propio rancho.
Y la oligarquía está tan asustada porque en Sonora los últimos sean los primeros, que se han quitado la máscara de la simulación pasando del PRIAN de facto al PRIAN de jure. Con el candidato que mejor representa a los de arriba: el Exsecretario Técnico del Consejo Político Nacional del CEN del PRI en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Ernesto Gándara Camou. Él aprobó las reformas estructurales del Pacto por México en su paso por el Senado.
Hoy, en Sonora, la disputa electoral se resume en dos actores políticos colectivos: por un lado, la oligarquía (todo parece indicar PAN, PRI y PRD harán una alianza para tratar de que las cosas sigan igual); por otro, el Pueblo que ve en Alfonso Durazo Montaño una opción que puede barrer con los mismos de siempre -que han hecho de Sonora lo que han querido-.
Esto es el Pueblo contra la oligarquía. Lo que sigue es construir una alianza con la magnitud que el Pueblo de Sonora representa. Mientras tanto, el espectro del populismo seguirá recorriendo el desierto y los pueblos.
@J_POPulist
Tiene estudios en ciencias políticas por la UNAM, no existe mas que una sola clase de personas: las que luchan. Chinaca Sonora.