Hoy hace quince años amanecimos con algo que jamás se había visto en la televisión mexicana: la detención en vivo de dos supuesos secuestradores, Israel Vallarta y Florence Cassez en el rancho Las Chinitas, al sur de la Ciudad de México. Un par de meses después supimos que todo se trató de una simulación, un montaje orquestado por las mentes más perversas de la entonces Agencia Federal de Investigación de Vicente Fox y el medio oficial del PRIAN, Televisa. Ese 9 de diciembre de 2005 durante el noticiero de Carlos Loret de Mola, Primero Noticias, vimos a una serie de agentes de la AFI irrumpir en el inmueble de Vallarta en donde supuestamente tenían a varias personas secuestradas, mientras Loret relataba los hechos en cadena nacional.
El caso fue sumamente polémico, mediático e incluso implicó un conflicto diplomático entre México y Francia, resultando en un precedente judicial para los ministros de la Suprema Corte de Justicia, en la absolución de Florence Cassez, y en el encarcelamiento de Israel Vallarta, quien en todos estos años nunca recibió sentencia. Durante años el caso permaneció en la penumbra, pasando por los ojos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes debido al pacto de impunidad que mantenían, jamás metieron las manos en el tema en búsqueda de justicia. Por el contrario, Calderón presumía a los sicarios Luis Cárdenas Palomino y Genaro García Luna -denunciados en múltiples ocasiones por tortura, desaparición forzada y otras graves violaciones a los derechos humanos- como los funcionarios ejemplares cuando de seguridad nacional se trataba.
A pesar de los hechos ocurridos en ese entonces, la clase política del viejo régimen decidió absolver también al simulador Carlos Loret y a Televisa, pues les resultaba particularmente conveniente al ser el medio y el conducto oficialista para replicar lo que el PRI y el PAN dictaran como discurso predominante en la opinión pública. Hoy desafortunadamente hay impresentables como Lilly Tellez que piden que se condecore a este pseudo periodista con la medalla Belisario Domínguez; sin embargo, tampoco es sorpresa, pues es sabido que cuando se trata de los atracos, farsas y tomadas de pelo más grandes al Pueblo de México, esa gente carece de memoria.
mjas