El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, convirtió la epidemia por covid-19 en un maratón de 42 kilómetros, el cual buscaba ganar a toda costa y de cualquier forma posible. Vio su gran oportunidad de ganar esta competencia con el objeto de sobresalir y posicionarse a nivel nacional. No solo estaba en juego el futuro de su carrera política, sino que también buscaba cómo revertir la desaprobación que tenía su gobierno con la mayoría de los jaliscienses, ante los señalamientos de corrupción, por el caso “A toda Máquina” –el cual no se termina de esclarecer–; frente a los señalamientos y reclamos por la obtención del nuevo crédito por 5 mil 250 millones de pesos que se autorizó en marzo de 2019 (a pesar de que en campaña Alfaro prometió que no habría “ni un peso de deuda”); por obtener, de forma lamentable, el primer lugar nacional en casos de dengue; por los aumentos desmedidos de la violencia organizada donde en promedio por día 7.9 personas mueren asesinadas en Jalisco, y por las nueve mil 431 personas de las cuales se aún desconoce su paradero. Asimismo, también estaba en juego la vida y futuro de miles de jaliscienses ante la crisis económica y sanitaria que se avecinaba a nuestro país.
En marzo del 2020, cuando en Jalisco contaba con pocos casos confirmandos de personas contagiadas por covid-19, el Gobernador de Jalisco y su equipo de especialistas tomaron la decisión de comenzar el maratón con un “sprint” a toda velocidad en los primero 10 kilómetros, esto para tomar cualquier ventaja “un paso adelante” ante el Gobierno de México, queriendo poner el ejemplo de cómo se tenía que llevar a cabo la estrategia para controlar el crecimiento de contagio en la entidad. Se deslindaron totalmente del Gobierno Federal para proponer su ruta distinta. Por lo que, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, hizo un llamado a todos los jaliscienses a quedarse en casa los próximos 5 días para evitar meses de aislamiento. Después, pidió 5 días más para reforzar lo que ya se había ganado, lo que provocó que diversos negocios cerraran sus puertas de manera definitiva, y otros más comenzaran a tambalear, ya que muchos de ellos les vino la noticia de manera inesperada e inoportuna derivado de la situación económica. Por lo que esta decisión cobró factura al patrimonio de muchas personas que difícilmente se iban a recuperar.
La decisión que tomó el Gobierno de Jalisco resultaba totalmente contraria a lo que llegó a sugerir el epidemiólogo Hugo López-Gatell, quien insistía que era una medida apresurada y, por tanto, prematura para el aislamiento, que se tenía que esperar el punto de inflexión para esta medida, pero que él respetaba las decisiones del Gobernador de Jalisco.
La neurosis y psicosis se contagió rápidamente por toda la sociedad. Las familias jaliscienses corrieron a los supermercados para comprar todo lo indispensable para estar preparados, entre otras cosas de necesidad básica, adquirieron montón de papel higiénico. Por su parte, los medios tradicionales con mayor cobertura y presencia nacional curiosa y sincronizadamente comenzaron a celebrar la decisión del Gobierno de Jalisco. Las redes sociales no se hicieron esperar, y pronto en Twitter lo comenzaron a posicionar como el gran triunfador que estaba llevando a Jalisco por las medidas correctas ante el amenazante virus. Era claro que mandatario de Jalisco, ya llevaba una ventaja de 10 kilómetros, aunque faltaban todavía 32 kilómetros más por recorrer, ante una epidemia larga, tal y como el Subsecretario López-Gatell lo había advertido en repetidas ocasiones.
Ante los 10 kilómetros que se tenían “ganados”, comenzaron a tener sus primeros síntomas de desequilibrio físico, ya que los empresarios comenzaron con serios problemas económicos puesto que no podían sostener el prolongado asilamiento, “no hay cartera que lo suporte”, se escuchaba Por lo que el Gobierno de Jalisco adquirió un nuevo endeudamiento por la cantidad de mil millones de pesos, como si este fuese un tanque de oxígeno, lo denominó: “Plan emergente para cuidar los empleos e ingresos”. Aún resulta cuestionable si el destino de dichos recursos fue a dar con los negocios que más lo requerían.
Se continuó por 5 kilómetros más, un tanto agotado, pero avanzando, y con serios desgastes por las decisiones tomadas. El ánimo meditativo seguía optimista y con porras para que el Gobernador continuara su ruta, aunque el ánimo social comenzaba a reclamar y cuestionar las medidas negativas para unos giros y permisivas para otros. Por lo que el Gobierno de Jalisco ideó la “Fase Cero del Plan Jalisco para la Reactivación Económica”, la cual grosso modo consistía en cumplir con una serie de requisitos e implementación de protocolos de salubridad para obtener una calcomanía foliada que, según esto, avalaba que ya podías operar el negocio.
Podríamos decir que esta medida sí dio cierto oxígeno a los negocios, aunque los casos por covid-19 continuaban en aumento. Se logró avanzar con problemas 5 kilómetros más. Sin embargo, algunos hospitales incrementaron notoriamente la cantidad de pacientes contagiados; en los círculos más cercanos comenzaban a darse a conocer fallecimientos lamentables y pérdidas invaluables. Ante esta situación, Alfaro amenazó de activar el “Botón de Emergencia” por covid-19, el cual, fue aplicado por 14 días, en donde se pararían actividades nocturnas y no esenciales. Aunque curiosamente los restaurantes sí podrían operar en un porcentaje menor.
Después de las medidas tan estrictas y limitantes que se habían tenido con la mayoría de los negocios, para sorpresa de todos, el Gobierno de Jalisco facilitó todo para que se llevar a cabo el clásico del balompié mexicano “Chivas vs. América”, el cual se avaló con el pretexto de que se trataba de una prueba piloto, una especie de experimento para ver cómo se comportaba la afición. Sin embargo, a los denominados cancheros se les tenía restringido sus espacios para organizar partidos de futbol. Seguramente el factor determinante resultó ser económico, mientras el patrimonio de varias familias se encontraba en una terrible crisis.
A este maratón todavía le hacen falta 12 largos kilómetros para llegar a la meta (las vacunas). Nuestro maratonista ya se encuentra muy desgastado y agotado, buscando oxígeno de algún lado para lograr terminarlo. Sin embargo, lo que quedó en el camino es la credibilidad, al incumplir la promesa que se tuvo en un inicio, que aquí recuerdo: “quedarse en casa los próximos 5 días para evitar meses de aislamiento”. Eso ocasionó que no solo existiera un perjuicio económico en la mayoría de las familias, sino también un desgaste anímico y emocional que cuesta trabajo soportar y tolerar cualquier otra ocurrencia. Los nosocomios se encuentran saturados, las muertes en aumento y los patrimonios desgastados. No todo se le puede culpar al Gobierno de Jalisco, en efecto existen muchas personas que no han acatado las medidas a pesar de tener las posibilidades económicas para hacerlo. Lo que se reprocha al Gobierno de Jalisco es el oportunismo político para obtener el triunfo a pesar de todo. Ya que, en este maratón, quienes ya estamos muy cansados somos la gran mayoría de los jaliscienses que hemos tenido que aventurar las ocurrencias de un gobierno que se apresuró a tener medidas prematuras con tal de ser noticia nacional y ocupar los reflectores, que ahora ante varios meses de aislamiento que hemos tenido vemos que el resultado no fue el esperado.



