Esta semana iniciará una discusión en los pasillos judiciales que podría poner en riesgo a la gente más vulnerable de este país. Se trata de un asunto promovido por empresas que se oponen al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El PACIC es una estrategia inédita, implementada por el Gobierno de la Cuarta Transformación, lanzada en mayo pasado para proteger a las familias mexicanas más vulnerables frente a la difícil inflación global, provocada por la pandemia y la guerra en Europa del este.
Como es sabido, son las familias de menores ingresos quienes destinan más de la mitad de sus recursos a la compra de alimentos. Por eso; cuando los precios agroalimentarios cambian bruscamente, son los más pobres los primeros afectados.
Uno de los puntos más visionarios del PACIC es que los productores de alimentos tengan mejores condiciones para su producción mediante la eliminación de la cuota compensatoria del sulfato de amonio.
Entre las infamias que el neoliberalismo dejó al país fue abandonar la producción nacional de fertilizantes, lo que obliga a México a importar elevados niveles de estos productos. Situación que el Presidente López Obrador entendió de manera distinta al operar una rápida reacción a través de la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Al eliminar las cuotas compensatorias, se logra traer productos más baratos, lo que hace que la producción sea a menor costo y los precios de los alimentos puedan tener mejores condiciones de precios en los mercados, tianguis populares y centrales de abasto.
Pero ante esta condición, algunas empresas, en vez de sumarse al llamado nacional de defender la economía popular, buscan mantener sus privilegios a costa de los más necesitados. Tratar de ir en contra de lo que el Presidente busca para beneficiar a quien más lo necesita, no solo es reprochable sino también una traición al interés nacional.
Por eso, será muy importante ver si las cortes mexicanas estarán a la altura de las circunstancias, y si sus decisiones estarán, como lo ha insistido del Presidente, por el bien de todos, primero los pobres.