La Comisión Nacional de los Derechos Humanos anunció que no promoverá acción de inconstitucionalidad en contra de las reformas aprobadas en virtud de las cuales la Secretaría de la Defensa Nacional toma el control administrativo y operativo de la Guardia Nacional.
En un comunicado, la CNDH afirmó que entiende la situación de emergencia y excepcionalidad que justifica los cambios. De acuerdo con el organismo, las reformas no incluyen un solo artículo donde se pierda el estado civil de la Guardia.
Asimismo, establece que en México no hay un mando militar arbitrario, mucho menos continuidad de políticas de militarización como las prevalecientes en los sexenios anteriores. Por el contrario, lo que se vive hoy es un nuevo proceso transformador.
Agregó que la transferencia del control de la Guardia es extraordinaria; está justificada y resulta excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario en las circunstancias del caso; además, es subordinada y complementaria a las labores de las corporaciones civiles.
Entonces, dada la situación del país, la intervención de la Sedena puede ser y es admisible, desde el punto de vista de los derechos humanos, siempre y cuando su intervención se encuentre limitada en el tiempo y sujeta a casos de excepcionalidad.
Por otro lado, solicita al Congreso que legisle para adaptar el ejercicio de las fuerzas armadas a los más altos estándares de derechos humanos.