El pasado fin de semana fueron asesinadas un total de 251 personas en todo el territorio nacional según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Uno de los fines de semana más difíciles en el tema de la seguridad en lo que va del año y ante la discusión de la reforma al Ejército y la Marina, resulta importante analizarlo.
Y es que al igual que en el total de las cifras, son Guanajuato, el Estado de México, Jalisco y Nuevo León donde se concentran hasta la mitad de los asesinatos. En el caso de Guanajuato es particularmente doloroso, pues se registraron un total de 43, esto es 16 más que el segundo estado más violento del fin de semana, el Edomex, donde se presentaron 27. La diferencia entre el primer y el segundo lugar es tal que es mayor al número total de homicidios dolosos en Chihuahua, diez, que fue la octava entidad más violenta.
No se puede ignorar que los líderes de los partidos que gobiernan dichos estados, es decir de Acción Nacional, Movimiento Ciudadano, y buena parte del PRI, piden retirar el despliegue de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública; a la vez que sus gobernadores no han capacitado ni reclutado la cantidad suficiente de policías locales.
Como lo ha señalado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, algunas de estas entidades cuentan con menos policías locales que elementos de la Guardia y el Ejército, por lo que retirarlos solo acrecentaría la ola de violencia.