La diputada Ana Villagrán, expanista y aspirante a secretaria de Estado en la Ciudad de México, enfrentó una fuerte oposición dentro de su partido para seguir avanzando en sus planes políticos.
Esto luego de que el dirigente del PAN, Jorge Romero, le preguntara si era verdad que quería ser presidenta del partido en la capital y también secretaria de Estado. Villagrán admitió que ambas aspiraciones eran ciertas, pero Romero le sugirió que no tenía capacidad para tareas como esas.
«Aspiraba a que con TRABAJO, mucho trabajo, construir un mejor #Cuauhtémoc e #Iztacalco. Solo me equivoqué de personas en qué confiar. No hay un panista haya caminado más que yo«, escribió en su cuenta de X.
Aspiraba a que con TRABAJO, mucho trabajo, construir un mejor #Cuauhtémoc e #Iztacalco
Solo me equivoqué de personas en qué confiar
No hay un panista haya caminado más que yo. Cuauhtémoc 5 años. Iztacalco 2 👟👟 ¡No lo hay! Ni defendiendo en la tribuna o en los medios, no pueden…— Ana J Villagrán (@AnaJVillagran) February 26, 2024
La discusión ocurrió el lunes pasado y la hoy expanista afirmó haber sido intimidada por su dirigente para que «ya no le moviera» a sus aspiraciones. Antes, Andrés Atayde, dirigente local, y Santiago Taboada, candidato opositor de la Ciudad de México, le habían cerrado las puertas también.
La diputada intentó buscar apoyo en diferentes distritos electorales, pero se encontró con varios obstáculos. Por ejemplo, no le dieron el Distrito 21; ni el Distrito 28 que se había reservado para una mujer, pero que al final se lo dieron a Aníbal Cáñez.
El asunto puede complicarse, pues Villagrán habla de violencia política de género y si demanda a sus exdirigentes y la denuncia procede, todos estarían impedidos para cualquier candidatura. Se quedarían sin coordinadores en San Lázaro y sin candidato en la CDMX.