El Presidente López Obrador se pronunció sobre las motivaciones que llevaron a Felipe Calderón a declarar la guerra al crimen organizado durante su sexenio. Al comenzar el sexenio de Calderón, los niveles de violencia eran bajos. En contraste al final del sexenio de Vicente Fox, se registraron 10 mil homicidios, mientras que bajo la gestión de Calderón, esta cifra se disparó a 25 mil.
El Primer Mandatario retomó el caso del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Se preguntó por qué Calderón le otorgó tanto poder a García Luna. Se sabe que Calderón buscó legitimarse tras las elecciones de 2006, en las que se cuestionó el proceso electoral. Declarar la guerra al crimen organizado fue claramente un intento por obtener legitimidad.
Durante su período, hubo una fuerte injerencia estadounidense en México, como evidencia el operativo «Rápido y Furioso». Elementos como la dependencia de la Secretaría de Marina de las agencias estadounidenses y la entrega de equipo demuestran que Calderón estuvo influenciado por intereses extranjeros.
Con el conocimiento de Calderón, García Luna asumió el control de temas de seguridad y estableció acuerdos no solo con la delincuencia organizada, sino también con agencias extranjeras. García Luna fue premiado como «policía estrella», lo que plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las agencias extranjeras y el gobierno de Estados Unidos.
Las motivaciones detrás de la guerra contra el crimen organizado en México durante el gobierno de Calderón deben ser aclaradas, pues el Pueblo de México merece conocer la verdad.